Por más que no se pudo lograr el primer triunfo en el campeonato, al menos se cambió la imagen. Y eso es muy importante, teniendo en cuenta el pobrísimo debut reflejado ante Vélez. Fue empate, pero si no hubiese sido por la gran actuación de Nicolás Navarro, los tres puntos se hubiesen quedado en el “Libertadores de América”. Faltó el toque final. La misma precisión que tuvo Federico Mancuello para convertir el único tanto del equipo de Daniel Garnero. Pero hay que destacar otras cuestiones que tuvo este equipo que parece ir despegando de a poco, aunque todavía se nota que todavía le falta trabajo al encontrarse en formación.
Hubo actitud, ganas y, lo más importante, es que se reaccionó a tiempo tras el gol de Argentinos. Algo para valorar teniendo en cuenta la impaciencia del hincha. Además, Garnero cambió para bien con el esquema de juego. Con Leandro Gracián como enganche, acompañado por un mediocampo conformado por Hernán Fredes, Roberto Battión y Federico Mancuello, quienes le dieron al “Rojo” más dinámica de mitad de cancha hacia adelante, al equipo solo le faltó estar más fino a la hora de la definición. Ni Silvera, Pacheco y Parra estuvieron precisos en los últimos metros. También hay que hacer un llamado de atención a la última línea, que se descuidó en varios pasajes del partido cuando el equipo atacaba. Se viene River. Una prueba difícil. No se puden dejar más puntos en el camino, sino el panorama de cara al futuro no será del nada optimista.
