Uno de los puntos más altos en la noche de copa en Avellaneda fue Nicolás Martínez. Este desfachatado enganche que tiro Garnero a la cancha, por momentos le complicó la vida a una de las duplas de volantes centrales más importante que tiene el fútbol argentino.
“Dentro de la cancha me sentí cómodo e intentando asistir, perdí pelotas que no tendría que haber perdido pero por suerte ganamos. Soy muy autocrítico. Estoy contento porque la gente me haya reconocido. No me voy a quedar con esto, le voy a dar para adelante”, declaró el pibe luego del debut desde el arranque y nada menos que en un partido de Copa con la casaca Roja.
El 1 a 0 dejó sabor a poco por el buen primer tiempo que tuvo Independiente. Esto también lo notó Nico. “La diferencia es mínima pero buena para la revancha, pero no podemos regalar nada. Tenemos que ir con el cuchillo entre los dientes a Argentinos” y agregó que “a Argentinos en la Paternal se le va a jugar de la misma manera, como si fuera un 0 a 0. Hay que ir a buscarlo y estar equilibrado en el fondo”.
Al preguntarle sobre que le pidió el técnico quien conoce muy bien su puesto respondió: “Garnero me dijo que en el medio era un lugar de transición, me pidió que toque y abra a los costados porque ellos juegan muy bien adentro y tienen mucha marca”.
Si bien su nivel decayó un poco en el segundo tiempo ya que desde afuera se lo notó muy cansado, Nico cuenta que termino bien en lo físico y que “si Garnero me pide que juegue desde el arranque el domingo al mediodía puedo hacerlo sin ningún problema”, afirmó.
Garnero vio lo mismo que vio todo el mundo en la cancha. Observó que Martínez estaba fundido y lo cambió por el Patito Rodríguez. La gente lo despidió con aplausos y hasta gran parte de la platea se puso de pie. Todo esto le llegó Nico quien se mostró muy emocionado. “Cuando salí de la cancha sentí algo hermoso, que la gente me aplauda fue algo muy lindo. Me imaginé muchos finales, lo importante fue ganar. Hoy arrancamos una nueva etapa”.