Por Denis Fabricatore para LXR
Los resultados adversos invadieron la parte roja de Avellaneda y la gente comenzó a perder la paciencia, tanto con la Comisión Directiva como con el cuerpo técnico. En este contexto, es más que predecible un cambio urgente si el equipo no logra quedarse con los tres puntos en el Florencio Sola. Y el más apuntado para encabezar ese cambio es el director técnico, Daniel Garnero.
Durante su conducción, el DT fue muy cuestionado en su forma de proceder. Su inestabilidad a la hora de formar el equipo fue el punto más criticado por los hinchas, quienes repudiaron, entre otras cosas, la inclusión de jugadores lesionados o faltos de fútbol, la falta de capacidad para tomar decisiones y la poca madurez de sus ayudantes.
Con 3 puntos sobre 18 posibles, Independiente se hunde fecha tras fecha y todavía no puede ganar en el Torneo Clausura. Las estadísticas marcan 6 partidos jugados, con 3 empates y 3 derrotas, al tiempo que registran el peor arranque en torneos cortos.
Sin embargo, el panorama no es preocupante para el entrenador, quien asegura sentirse tranquilo porque el equipo no está perdiendo en forma consecutiva. Si bien se destaca el logro de clasificarse a los octavos de final de la Copa Sudamericana, la cuenta pendiente sigue siendo el campeonato local, donde Independiente nunca pudo terminar un partido con ventaja en el marcador.
El encuentro de mañana ante el siempre complicado Banfield será decisivo para el futuro de Daniel Garnero, quien cada vez tiene menos crédito popular para continuar en su cargo. La gente ya se expresó en los estadios, en las radios, en los foros y en todos los medios posibles mostrando su descontento con el presente futbolístico. Un hipotético triunfo ante los dirigidos por Falcioni sin dudas aliviará la situación del técnico rojo. Ese alivio estará acompañado por la responsabilidad de mantener al equipo en el buen camino, para que de una vez por todas comience a levantar cabeza.