¡De la cabeza!

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Se jugaba una nueva jornada de Copa. Esas que recordaban las viejas hazañas y las vueltas en la Doble Visera. El Lugar era el mismo pero con diferente escenografía. La Doble Visera ya no estaba y el principal testigo fue el Libertadores de América.

“Mística Copera y mucha actitud” fue lo que remarcó el DT Mohamed en conferencia de prensa ya mucho más relajado luego de haber eliminado al equipo uruguayo y dejar de sufrir en la cancha, como también sufrimos los hinchas del otro lado del alambre.

Y es cierto, la esperanza de la gente que desde temprano empezaba a llegar al Libertadores era esa. El equipo en los partidos mucho no demostró en lo futbolístico, por lo tanto quedaba en rezarle a la actitud que se vio en el Clásico de Avellaneda y a esa Mística que la historia marca en las Copas.

También fue una noche rara, ya que las figuras de la cancha fueron dos hombres resistidos por la gente. Uno mucho más resistido que el otro ya que cuenta con más años en el club. Pero así como cuando juegan mal se los critica hoy hay que felicitarlos.

Fredes se adueñó de la mitad de cancha. No solamente pidió la pelota siempre, sino que se sacrifico en la marca ayudando a Godoy mientras estuvo en cancha y luego mancando la parada sólo como volante central. Y párrafo aparte para el golazo que hizo.

Por otro lado está Nicolás Cabrera quien no empezó para nada bien en el Rojo. Resistido por la gente por su pasado en la empresa, le costo afirmarse como titular debido a su bajo rendimiento. Pero desde que llegó Mohamed se lo ve con otra actitud. Ya había tenido un bien partido en el clásico y hoy volvió a demostrar que no fue casualidad. También tuvo la suerte de convertir el tercero de los cuatro que metió Independiente.

Fue un primer tiempo de ida y vuelta donde no hubo respiro. Ya desde el arranque Independiente salió a comérselo crudo. Con Patito Rodríguez recostado por la izquierda solamente pasaron minutos para que él 10 estrelle la pelota en el travesaño.

La gente estaba de la cabeza y alentaba como nunca creyendo que la historia de Uruguay se podría revertir. Pero a los 11 minutos llegó un balde de agua fría. Una tijera de Mora puso las cosas 1 a 0 para Defensor y con ese gol Independiente debía hacer 3 goles para pasar de ronda. Teniendo en cuenta los últimos partidos en el Apertura, era una verdadera hazaña.

Por suerte el equipo reacciono rápido. A los 13 un centro que cabeceo Tuzzio le quedó a Silvera para que de palomita empatara el partido. El Cuqui le daba vida. Ahora las cosas estaban como al comienzo. Se necesitaban dos goles para pasar. Al toque cayó el segundo. Un zurdazo de Fredes desde afuera del área ponía las cosas 2 a 1.

Con la clasificación ahí nomás. Independiente salió con todo a buscar el tercer tanto que le diera tranquilidad. El Patito quién estaba complicando bastante por el sector izquierdo, armo una muy buena jugada por ese carril enviando la pelota al área para que Nicolás Cabrera se desmarcara y mandara la pelota a la red. Delirio y locura en Avellaneda. El Rojo en cuestión de minutos daba vuelta un partido increíble. Todos de la cabeza.

Los minutos fueron pasando. Algún susto con alguna llegada de Defensor. La más peligrosa un tiro en el palo que Hilario hizo vista y el primer tiempo se termino.

El segundo tiempo comenzó accidentado. Un hincha desde la Tribuna Sur le tiró una pierda al arquero Silva por lo que el segundo tiempo demoró en empezar y estuvo a punto de suspenderse el partido. Finalmente el arquero retornó al arco con un vendaje en su cabeza.

Y los que estaban de la cabeza eran los hinchas cantando en las tribunas y sobre todo estaba de la cabeza el que tiro la piedra.

Independiente salió a jugar el segundo tiempo con una línea de 4 apostando a una contra. Pero a los pocos minutos otro gol del conjunto uruguayo silencio el estadio. Rodríguez ponía el 3 a 2 y había que hacer otro gol más para clasificar.

Esos minutos fueron de mucho nerviosismo en la gente que intentaba cantando sacarse la bronca de tener que remontar otra vez el partido. También hubo nerviosismo dentro de la cancha donde comenzaron las imprecisiones. El Patito Rodríguez se iba lesionado e ingresaba Nicolás Martíez. También en cancha ya estaba Martín Gómez quién como siempre ingreso picante con muchas ganas tratando de revertir el resultado.

Y a los 28 minutos del complemento llego la juagada del partido. Esa que se robo todos los flashes y que está grabada en la cabeza de cada hincha del Rojo. Una gran corrida y centro del Pelado para que Nico Martínez de cabeza pusiera el partido 4 a 2. Milagro en el Libertadores. El destino quería que Independiente continúe con vida en la Sudamericana y así pasó. Hasta el final del partido solamente quedó aguantar. Locura, delirio y todos DE LA CABEZA festejando el triunfo del Rojo, el más importante en los últimos años.

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