Independiente arrancó estirando la cancha con la pelota al raz del piso y sin enloquecerse. Poco a poco pasó a jugarlo en campo de la liga. En 25 minutos fueron 4 corners y tras 2 tiros de media distancia por parte de Fernando Godoy.
El desgaste y el esfuerzo era notorio, el campo estaba mojado y la Liga se paraba de contragolpe. Bastó con aguantar los primeros 10 minutos para asentarse en el campo y empezar a ser protagonistas.
En 30, Independiente era más y la altura pasaba factura tras cada pique. Es por eso que en los ataques rotaban las posiciones ofensivas (cuando iba parra con Cabrera descansaban Silvera y Fredes). Sin embargo, el turco le pidió a Silvera que se venga para dejar de único punta a Parra.
El trabajo de Godoy era impecable, Indeependiente manejaba de a poco la pelota y llevaba el partido al campo contrario. Fredes perdía la pelota pero sus compañeros corregían errores. En defensa Tuzzio ordenaba la linea a pesar de que Mareque llegaba a destiempo. Velázquez y Galeano no tuvo demasiado trabajo.
De a poco los defensores cruzaban el mediocampo y Liga comenzaba a cometer faltas. Partido ideal pero sin goles. Godoy seguía probando desde afuera y en su 3ra oportunidad rompió el travezaño. Se salvaba la Liga que defendía en el tiro libre previo con 10 en su campo.
El primer tiempo se iba jugándose al rítmo de Independiente y la Liga no podía coordinar movimientos en ataque. Independiente evitaba los espacios en las contras para que Liga rematase el arco que defendía Hilario Navarro.
Los cortes en el mediocampo no fallaban, Godoy se convertía en figura por el peso ofensivo y defensivo y Battión quitaba limpiamente a pesar de que el árbitro, de espaldas, lo cargaba con una amonestación.
Sin embargo, llegaba el baldazo de agua fría sobre el final del primer tiempo. Salgueiro, neutralizado en ataque, probó desde afuera y en el primer mal rechazo de Tuzzio, la Liga se ponía 1-0 con una pelota que se clavó sobre el palo izquierdo de Navarro. En Buenos Aires no le hacía un gol a nadie y la altura lo ayudó para convertir un gol de otro partido. Evidentemente, los 2850 metros pesaban.
El 2do arrancaba igual y la primera la tuvo Silvera antes de los 3 minutos rematando sobre el ángulo en el cual Hilario Navarro recibió el gol. Independiente se iba en ataque pero la contra era letal. Bolaños, tras la corrida de Salgueiro y el rechazo de Barcos ponía el 2-0 a la jugada siguiente. Dos golpes anímicos durísimos: sobre el final del primer tiempo y comenzando el segundo.
La liga corría e Independiente se desordenaba perdiendo las marcas. Independiente que había sido orden estaba en la cuerda floja. La segunda del rojo llegaba de la mano de Fredes, similar al intento de Salgueiro en el primer tiempo pero un poco más de atrás. Pasó cerca y seguía faltando suerte en el gran esfuerzo que Independiente hacía en Quito.
El tercero llegaba de la mano de Reasco a la carrera. Pero el partido no estaba terminado en Quito. Si bien el panorama era muy complicado para Independiente de cara a la vuelta el próximo jueves, Independiente descontaba con un toque de Silvera -el tercero en la copa, poco más de un metro adelantado- . Gol importante en la serie.
Faltaba media hora y Mohamed llamaba a Nicolás Martínez. Arriesgaba todo en la ida sin pensar que con un 2-0 en la vuelta Independiente estaba en la final. Lo que no había hecho frente a Tolima en Racing, lo hacía ahora en Ecuador. A Godoy le tocaba salir, luego de un nuevo tiro de larga distancia.
Pero eso no era todo, Mohamed llamaba a Gómez pero Mareque clavaba terrible derechazo tras un gran pase de Battión. Enganche y a guardar. 2-3 y cambio parado. Ahora el que entraba era Maxi Velázquez y el que salía Facundo Parra, de gran desgaste en el primer tiempo.
Independiente cuidaba el resultado teniendo en cuenta que con un 1-0 en Avellaneda sería finalista. Igualmente, se seguía animando desde afuera, ayudado por la altura. Martínez acompañaba a Silvera -exhausto- pero cuando encaraba se sacaba hombres de encima. El cambio había sido acertado. A un pasito del 3-3 pero corriendo riesgos. Hilario volvía a ser clave y tras un lateral rápido el arquero tapó primero un cabezazo de Barcos y luego un remate de Lara, tras el rebote.
Momento oportuno para tirarse al piso y recuperar aire. Independiente comenzaba a jugar el partido con la cabeza cuando faltaban 15 para el final. La liga, paralizada por el segundo gol de Independiente, atacaba pero sin ideas y Mohamed, buscaba cerrar el resultado a los 85 con Carlos Matheu. Velázquez, Velázquez, Tuzzio, Galeano y Matheu, linea de 5, Martínez unos metros más atrás y Silvera en cancha para rechazar por arriba.
El final con 5 adicionados, fue igual que todo el primer tiempo. Independiente, ordenado, no le dejaba espacios a los 3 delanteros de la liga y jugaba corto, anulando los laterales. Maxi Velázquez, igualmente, convertía infracciones en el borde de área e Independiente sufría. No hubo centro que valiera. Si bien hay 2 resultados favorables para la Liga en Avellaneda, se festejó como un triunfo. 2 goles en la altura no son poca cosa…