El clima en la noche de Avellaneda comenzó caliente. Los comentarios en las inmediaciones del estadio Libertadores de América eran el episodio Silvera y la amenaza de los jugadores de abandonar la concentración por la deuda que mantiene la dirigencia con el Plantel Profesional.
En la previa al comienzo del partido, el público del Rojo entonó canciones en contra de los jugadores, de los dirigentes, del Presidente Julio Comparada y hasta cuando la voz del estadio nombró en el banco de suplentes a Lucas Mareque y a Andrés Silvera se escucharon silbidos.
La gente comenzó alentando como siempre y se acercó al Libertadores en gran número. Luego de cada gol se entonaba el ya clásico en estos últimos tiempos “Comparada botón, Comparada botón, sos un hijo de puta, la puta madre que te parió…”, un mensaje claro y directo al descontento de la gente con el presente del Rojo.
Y hasta promediando el segundo tiempo, Lucas Mareque se llevó los insultos de unos plateistas que se encontraban en la Erico Baja, detrás del banco de los suplentes a los cuales el defensor invitó a pelear afuera.
Al finalizar el partido ya con la victoria y los tres puntos en el bolsillo, la gente tampoco se olvido del Presidente y de la Comisión Directiva. Hasta la Tribuna Norte Baja se prendió en los cánticos algo que en los otros partidos no venía ocurriendo.
