Quedó bien con todos (Columna de Opinión)

Quedó bien con todos (Columna de Opinión de Denis Fabricatore)

Fue al frente. Ganó, gustó y goleó. ¿Qué más se puede decir de Independiente? Desde lo futbolístico no hay mucho para agregar, sobre si todo si se tiene en cuenta que enfrente estuvo Huracán, el peor equipo del campeonato, que por un milagro no se fue al descenso en Avellaneda. Si bien el rival ofreció muy poco, los tres puntos obtenidos el sábado sirvieron para cumplir, para terminar con más aire, confianza y prestigio una temporada muy irregular, la cual habrá que compensar el próximo año con buenas campañas.

Después de todo lo dicho en la semana, ya sea por el “cuarto arquero” como por el fanatismo de Mohamed, el equipo se encargó de callar dentro de la cancha todas las voces acusadoras que hacían dudar de la honestidad de los jugadores, quienes supieron hacer lo que tenían que hacer. Al final de cuentas, no importó tanto el rendimiento futbolístico (que también fue muy bueno), porque lo más importante fue la entrega de los once que enfrentaron a Huracán. Con “ir al frente”, como dicen los hinchas, fue suficiente para superar con creces a los dirigidos por Roberto Pompei, que en ningún momento le encontraron la vuelta al partido.

De cualquier manera, estrictamente hay que destacar el buen funcionamiento del equipo en el cierre del torneo. Una vez más, el ataque tuvo a Parra y al Pato Rodríguez como pilares más importantes: uno por sacrificio y goles, el otro por juego asociado y desequilibrio. El interminable Andrés Silvera fue el eje ofensivo de Independiente al manejar bien los tiempos, asistir de gran manera a sus compañeros y cumplir con su cuota de gol en el que pudo ser su último partido en el club.

En el mediocampo, Pellerano y Fredes completaron una buena actuación al trabajar juntos en la recuperación y distribución de la pelota, con el agregado de las situaciones de gol que cada uno tiene en cada partido. La defensa estuvo sólida y no dejó espacios importantes, ya que tanto Báez como Tuzzio supieron controlar bien a los delanteros de Huracán. En el arco, el Ruso Rodríguez tuvo poco trabajo pero respondió cuando lo llamaron, silenciando a todos aquellos que lo habían subestimado.

El planteo del Turco Mohamed fue correcto en todas sus líneas, quizás por casualidad, ya que el propio DT reconoció que no le prestó atención al partido. En fin, ya sea por el entrenador, por algún ayudante campo que sí haya estado concentrado o simplemente por amor propio, el equipo fue al frente en los 90 minutos y superó de punta a punta al rival, jugando bien y goleándolo con justicia. De una forma o de otra, el Rojo quedó bien con todos: con la gente, con el fútbol, con los medios y con los equipos que dependían de este resultado.

Así las cosas, el torneo llegó a su fin. De no haberse dejado tantos puntos en el camino, quizás Independiente hubiese llegado con chances a la última fecha, aunque claramente le costó encontrar el equipo definitivo mucho más que a Vélez, quien resultó un justo campeón. Algunos jugadores se irán del club y otros posiblemente lleguen, eso pasa en cada receso, pero lo que no ocurre tan seguido es saber elegir las piezas correctas para que Independiente sea protagonista… En eso deberán trabajar los dirigentes y el cuerpo técnico si quieren que el Rojo se destaque en el próximo semestre.