En el poco tiempo que Ramón Díaz lleva en el club, el entrenador había anticipado que debía trabajar mucho para poner a punto a un plantel que no encontraba el rumbo, que presentaba profundas limitaciones físicas y que, para colmo, no tenía el ánimo necesario para sacar la situación adelante. Si bien no brilló ni mucho menos, Independiente dio la respuesta necesaria a un trabajo que recién empieza pero que va mostrando sus efectos, y que le permitió llevarse un valioso triunfo ante Atlético de Rafaela.
El viernes pasado, luego de la derrota ante Colón, quedaba claro que el nuevo entrenador del Rojo no venía al club a hacer magia en menos de una semana. Como pudo, armó los once que luego caerían ante el Sabalero en Avellaneda. Pero esta vez, con un poco más de tiempo en su haber, Ramón Díaz comenzó a delinear “su” propio Independiente en vistas a lograr una recuperación definitiva.
El primer punto a pulir fue la mentalidad: el equipo que venció como visitante a Atlético de Rafaela mostró más ímpetu a la hora de jugar, quizás sin mucho fútbol vistoso, pero con gran certeza de cuál era el objetivo a conseguir. Además, el rearmado del mediocampo, con Pellerano corrido hacia la banda derecha y Godoy soportando en el medio los avances del local, fue una de las claves que acomodaron el eje de Independiente, que sin embargo se refugió muy atrás en el segundo tiempo.
La presencia de Nieva y Núñez, quienes accedieron a retroceder unos metros algunas veces, le trajo algo de circulación a un equipo que debía encontrar el nexo para poder llegar al arco rival. El juvenil, quien debutó en la red, estuvo muy activo de tres cuartos de cancha hacia delante y fue una opción de pase interesante para desbordar y conectar con un Facundo Parra algo aislado, teniendo en cuenta que no había un volante por derecha definido que haga todo ese trabajo. El Malevo Ferreyra pretendió hacer lo mismo por la banda izquierda pero muchas veces se quedó en el intento, aunque aportó lo suyo en el final del partido para poner la frutilla del postre a la victoria.
Por otra parte, Fabián Assmann volvió a ser el salvavidas de un Independiente que todavía se ahoga en el complemento y que no puede mantener un buen nivel en los 90 minutos. En ese contexto, el resultado no podría haber sido otro: Atlético de Rafaela arrinconó al equipo de Ramón Díaz, logró el descuento y hasta pudo haber empatado el partido, pero no lo consiguió por mala puntería y por chocar una y otra vez con Gabriel Milito, quien levantó su nivel y hasta estuvo cerca de marcar un gol.
Así las cosas, una ráfaga de buen juego en el primer tiempo hizo la diferencia a favor de Independiente, que deberá mejorar para terminar de pulir algunos aspectos en vistas a los próximos compromisos. La mano de Ramón se comenzó a notar, y el equipo, hasta el momento, comenzó también a responder. La acumulación del tiempo de trabajo podría traer más satisfacciones para el Rojo, pero todo dependerá de esa respuesta por parte de los jugadores y de cómo asimilen el mensaje del nuevo técnico.
y bueno eduardo por eso la nota dice q no brillo pero q los jugadores respondieron! seguro el q la escribio se referia a eso q decis vos! salu2 dale rooo
No brilló.
Pero Milito volvió a ser El Mariscal campeón con el Tolo y con el Barsa.
Pero Argachá mostró su técnica y atrevimiento.
Pero Nieva tuvo dos y las dos fueron al arco (la otra se la sacó el arquero)
Pero Núñez volvió con sus misiles.
Pero Pellerano sigue creciendo, aunque cambie de posición.
Pero volvieron Matheu y Busse, y rindieron.
Pero Assmann, renovó sus credenciales de titular.
No es poco, no?