El primer partido oficial del año no empezó de la mejor manera para Independiente. En su visita a San Juan, los de Ramón Díaz estuvieron imprecisos y sin la cuota de pensamiento necesaria para resolver las jugadas. Así las cosas, San Martín fue más audaz y se llevó tres puntos en la primer fecha aprovechando las ventajas que le dio el Rojo.
La ausencia que más sufrió el equipo de Ramón fue la de Patricio Rodríguez. A pesar de haber tenido un comienzo muy activo por la banda derecha, el 10 se apagó con el correr de los minutos y casi no intervino en el juego. Las veces que le tocó hacerlo, no aportó lo suficiente como para cambiar la dinámica del partido. En tanto, Matías Defederico no repitió sus últimas actuaciones en el pasado Apertura y volvió a parecerse a aquel jugador reprobado por los hinchas.
Con poca circulación de pelota en el mediocampo, el trámite del encuentro se hizo muy chato para Independiente y las cosas se volvieron cada vez más difíciles. Sin brillar, los de Daniel Garnero se animaron a más y encontraron el gol del triunfo con otro error del rival: la defensa no marcó correctamente a Poggi, quien tiró el buscapié al medio del área y Milito, a contrapierna, no pudo rechazar el remate letal de Caprari.
La otra ventaja de los dirigidos por Ramón Díaz se vio en el ataque. Con un Núñez muy errático y un Defederico impreciso, poco pudo hacer Ernesto Farías, que en su primer partido oficial con la camiseta de Independiente no tuvo ninguna situación de gol. Las cosas no cambiaron con el ingreso de Parra, que aportó muy poco juego en los minutos que estuvo en cancha.
Está claro que hay mucho por mejorar. En el mediocampo está el mayor déficit futbolístico de Independiente para hacerle llegar la pelota a los delanteros, esos que parecían la clave del éxito en medio de la escasez de goles. Si bien es sólo el primer partido, la ambición por el campeonato y el futuro con los promedios no permiten que el Rojo siga dando este tipo de ventajas en el torneo local.
