Patricio Rodríguez marcó el último tanto de la goleada de Independiente por 4-1 ante Racing y rompió con una racha de casi un año sin convertir. El 10 no lograba festejar desde la última fecha del Clausura 2011, cuando le marcó dos tantos al Huracán de Roberto Pompei.
Las lesiones, la poca continuidad o simplemente la falta de puntería en el arco rival le habían impedido al Pato marcar goles en el campeonato argentino. Tras aquel doblete ante el Globo en junio del año pasado, el delantero debió ser operado de su rodilla y demoró mucho en su recuperación, por lo que estuvo ausente en casi todo el segundo semestre de 2011 hasta reaparecer en las últimas fechas del Apertura, sin convertir ningún tanto.
Ya en 2012, el Pato recuperó la continuidad y fue titular en seis de los nueve partidos que jugó en el presente Clausura, aunque siguió peleado con el arco rival. Pero en el Clásico de Avellaneda, con el partido 3-1 a favor de Independiente, Rodríguez logró cortar la racha adversa: tras una gran maniobra individual y luego de eludir varios defensores, se metió en el área y clavó la pelota en el ángulo del arco defendido por Saja para marcar el 4-1 definitivo ante Racing, que sirvió para sacarse la mufa de encima y festejar después de diez meses de sequía.
