Los malos arranques, una historia que se repite

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Empezar con el pie derecho es una cuestión que lo tiene a maltraer a Independiente en las últimas tres temporadas. No hace falta enredarse mucho en teorías que mareen, simplemente porque los números son el fiel reflejo del preocupante presente que atraviesa el club. En las primeras cinco fechas de los últimos seis torneos, Independiente perdió en 17 ocasiones, empató en siete y sólo ganó seis encuentros.

Para mediados de 2010, con la mente puesta en un proyecto a largo plazo, arribó al club Daniel Garnero. Pero dos derrotas (ante Vélez y River) y tres empates como local pusieron en duda su continuidad. Para el Clausura 2011, con Antonio Mohamed en el banco, el reciente campeón de la Copa Sudamericana sólo consiguió una victoria en la quinta fecha ante Newell´s por 4 a 0. El resto fueron dos igualdades y dos caídas.

En la siguiente temporada, Mohamed renunció tras el 0 – 1 ante Boca como local en la quinta fecha. Antes había cosechado cuatro puntos sobre nueve. Llegó Cristian Díaz y dirigió de forma interina en el triunfo por 2 a 1 ante San Martín de San Juan (postergado de la primera jornada). Para el Clausura 2012 ocurrió algo similar. Cuatro derrotas en fila acabaron con otro proceso: el de Ramón Díaz. Nuevamente, Cristian se puso el buzo de entrenador y en su debut en La Bombonera dio un batacazo: un 5 a 4 agónico e inolvidable, con Ernesto Farías como abanderado.

Aquella hazaña en La Boca le permitió a Díaz consolidarse como entrenador del “Rojo”. Sin embargo, el mal comienzo del Torneo Inicial, con dos empates y dos derrotas (incluido el 0 – 2 ante Racing), le puso punto final a su ciclo. Allí reapareció Américo Gallego, quien no pudo torcer la historia y cayó 2 a 1 ante Godoy Cruz. Ya en el Torneo Final 2013, los triunfos ante Vélez y Racing parecían enderezar el rumbo de este equipo, pero las caídas ante Newell’s, Arsenal y el “Tomba” lo comprometieron otra vez con la zona del descenso.

A lo largo de los 30 partidos, Independiente perdió más de la mitad de los encuentros (17) y sólo ganó seis. Como local se impuso en cuatro ocasiones, igualó en tres y perdió ocho, con 15 goles a favor y 18 en contra. Mientras que fuera de casa perdió nueve veces, sólo obtuvo dos triunfos (ante Boca, 5 a 4, y con Vélez 1 a 0), convirtió 10 tantos y le hicieron 21.

Fueron cuatro técnicos los que debieron dejar su cargo a base de los malos resultados en los comienzos de los torneos hasta llegar a Gallego. Números signados principalmente por la irregularidad. Alarmantes, por cierto. Con la apremiante situación del descenso, el margen de error cada vez es menor y a pesar de ello, la historia de los malos arranques en los campeonatos se repitió otra vez.