Independiente volvió a los entrenamientos en Villa Domínico, pero se encontró con una sorpresa: no había agua. El conflicto fue externo al predio y responsabilidad de Aysa. Sin embargo, el “Tolo” pidió que el equipo se entrene a partir de mañana en Ezeiza.
Poco tuvo que ver con el robo de dos bombas que se dio durante la primer semana de febrero. Así y todo, se llamó a los Bomberos Voluntarios de Wilde para que se mejore la presión y los jugadores pudiesen ducharse. Pero esto no fue todo, ya que también se robaron una pared de madera.
Respecto al fútbol, brilló por su ausencia, ya que hubo regenerativo y los suplentes no salieron al césped producto de las intensas lluvias durante la madrugada. El plantel continuará con los trabajos por la mañana del martes en Ezeiza y, de cara al choque del viernes 21:30 frente a All Boys.