Cuesta creer el empate de Independiente ante Aldosivi. El equipo parecía tener todo controlado ante los marplatenses, con un merecido 2 a 0, pero las cosas cambiaron de manera inesperada en el segundo tiempo. La gente perdió la paciencia y reaccionó descargando toda su furia.
Federico Mancuello y Daniel Montenegro -de penal- habían puesto al “Rojo” en ventaja en la primera mitad. Es cierto que Independiente no brilló ni mucho menos, pero demostraba buen funcionamiento ante un Aldosivi que no reaccionaba. Los hinchas quedaron conformes y despidieron al equipo con aplausos. Sin embargo, tras el descanso, el complemento fue la cara opuesta.
Los cambios de Miguel Brindisi hicieron que Independiente perdiera potencia, y así, los dirigidos por Sebastián Rambert se animaron a atacar y fueron con todo en busca del empate. Y lo consiguieron. La reacción de la gente no se hizo esperar y los insultos cayeron por todos los sectores del estadio. En menos de 45 minutos, la realidad era totalmente distinta.
El partido terminó en medio del repudio generalizado de los hinchas, que vieron cómo el triunfo se escapaba de una manera increíble. El Hall Central del Libertadores de América se transformó en un mar de gritos con pedidos de renuncia para los dirigentes y el entrenador. El mal clima siguió minutos más tarde cuando el plantel se retiró en micro custodiado y con el reclamo de los hinchas. Un escenario impensado al término del primer tiempo.
