La Fédération Internationale de Football Association reconoció el trabajo de Omar De Felippe en Independiente y le realizó una entrevista que fue publicada en su sitio oficial. “El fútbol me salvó la vida”, fue el título de una nota que repasó su presente en el Rojo y su pasado en la guerra de Malvinas.
Independiente está en el peor momento de su historia. Descendió por primera vez a la B Nacional en junio del 2013, pero De Felippe llegó para intentar cumplir el desafío de ascender al equipo. Hasta el momento dirigió 20 fechas y los resultados fueron muy buenos: 11 triunfos, 8 empates y 1 derrota. Consiguió 41 puntos de 60 con 23 goles a favor y 9 en contra. 68,33% es su porcentaje de efectividad. “Ningún club de estos, como River en su momento, está preparado para asumir un descenso. Cuando pasa por esta situación y no gana, la cosa no está linda, pero a nosotros nos gustan los desafíos. Y este era uno muy grande, por eso lo aceptamos”, le manifestó el entrenador a la FIFA.
Luego, confesó que los momentos complicados lo motivan: “En momentos difíciles es cuando mejor me siento. Me tocó perder a mi padre de un infarto cuando tenía siete años. Éramos tres hermanos que nos criamos con mi madre trabajando y nosotros solos en casa, haciendo lo que debíamos hacer, quemando etapas muy rápido”. Y agregó una reflexión sobre el fútbol: “En el fútbol no te podés conformar con haber ganado un partido. La vida sigue y todos los días tenés que trabajar para ser el mejor, encontrar la perfección. No existe, pero busquémosla. El fútbol es lograr que los jugadores que tenés se animen a hacer cosas”.
Al ser consultado por lo vivido en la guerra de Malvinas, relató: “Fue la supervivencia en su máximo nivel. Cuando el conflicto comenzó a crecer, lo más importante era comer y no morirte de frío. No sabés si volvés y el día a día era muy importante. Tratar de conseguir la comida, lavarte la ropa. Hay un montón de situaciones que te tocan en las que vos tratás de sobrevivir, de sostenerte anímicamente porque eso es fundamental y es más complicado que cualquier otra cosa. Estar lúcido de la cabeza y que la situación que te toca vivir no te termine matando, porque a veces te mata en vida”.
Por último, De Felippe confesó que el fútbol le salvó la vida tras esa guerra. “A mí el fútbol me salvó la vida. Primero porque me preparó desde lo físico y mental. Sos chico, vas a entrenar todos los días, luchás por algo, tenés que ganarte un lugar, te cuidás. Pero lo más importante que hizo el fútbol por mí fue cuando terminó la guerra. Me dio ese lugar para poder descargar la mochila que traje de Malvinas”, cerró.
