Diego Rodríguez (5): Salvó al Rojo en un par de ocasiones, pero da la sensación que pudo hacer algo más en los goles, sobre todo en los últimos dos donde los centros fueron al área chica.
Gabriel Vallés (3): Flojo en defensa, alguna participación mínima en ataque.
Samuel Cáceres (2): No marca, no salta a cabecear, le cuesta salir jugando de abajo y su único recurso son los pelotazos. Llegó a las cinco amarillas y no podrá estar ante Sportivo Belgrano.
Sergio Ojeda (2): Perdió la marca en el primer gol y sufrió todo el partido con los delanteros de Crucero.
Lucas Villalba (2): Perdió la pelota en el segundo gol de Independiente y sufrió con los desbordes de Álvarez, que lo paseó hasta que se fue reemplazado por Cristian Menéndez.
Martín Zapata (3): Arrancó enchufado y con la actitud de salir a presionar bien arriba, pero lo terminó como el Zapata que conocemos: impreciso, falto de puntería y con poco juego asociado. Le dejó su lugar a Matías Pisano en el complemento.
Hernán Fredes (2): Partido para el olvido. Lo poquito que había mostrado en las últimas fechas, se lo olvidó en Buenos Aires.
Marcelo Vidal (3): Otro que se olvidó de jugar en el 2014. Intentó sorprender con algunos disparos de media y larga distancia, pero ni eso le salió.
Federico Mancuello (5): Es el único que muestra un poco de vergüenza deportiva en este pésimo momento. Es el más regular del año por escándalo.
Daniel Montenegro (5): Buen comienzo y convirtió un golazo de tiro libre. Luego del 2 a 1, se fue apagando y se contagió del resto de sus compañeros.
Sebastián Penco (4): La pelota le llegó poco y por momentos se lo vio muy aislado. Su fuerte es el cabezazo, pero solamente le enviaron un centro que pudo conectar y respondió bien el arquero.
Matías Pisano (3): Supuestamente ingresó para asociarse con sus compañeros y darle algo de juego a Independiente, pero claramente no lo logró.
Cristian Menéndez (2): Su misión era pisar el área rival y acompañar a Penco en ataque, pero todavía los está buscando.
Federico Insúa (-): En lo poco que jugó no pudo aportarle absolutamente nada al equipo.