A pesar de la reservar online, tal como se preveía, el canje de bonos para asistir al encuentro con Patronato fue un caos. Los lugares elegidos para le entrega estaban colapsados y con demoras en la apertura de ventanillas.
Lo que sufrieron los hinchas de Independiente este jueves es una vergüenza. A la polémica que se creó por la medida de los bonos, hay que sumarle patética organización en los predios.
Hubo fallas en el sistema de reserva online, largas colas en las boleterías del estadio y el Complejo de Wilde, también en la sede de Boyacá y un corte de luz en la sede de Avellaneda. Además, los empleados encargados del canje llegaron tarde y hubo demora en la entrega del bono a los socios. Lo mismo ocurrió con la venta de plateas, que se vendían en los mismos lugares.
Como siempre, el hincha es el menos beneficiado y además de generarle una molestia, fastidio y mal humor, le tocan el bolsillo nuevamente.