Independiente ganó un partido memorable en el Estadio Ciudad de La Plata y logró el tan ansiado ascenso a Primera División. Con goles de Martín Zapata y Francisco Pizzini, el equipo de Omar De Felippe se sacó de encima los fantasmas y venció por 2-0 a Huracán en el desempate por el tercer cupo para subir a la A. Después de 361 días, el Rojo terminó con el sufrimiento y volvió a la máxima categoría.
Si bien no hubo mucho fútbol de ambos lados, el encuentro tuvo la intensidad propia de una final. El Globo empezó mejor y logró hacerse rápidamente del control de la pelota, arrinconando al Rojo en su campo durante varios minutos de la mano de Patricio Toranzo y Gonzalo Martínez. En tanto, la única arma de Independiente parecía ser el pelotazo a Sebastián Penco, que nunca daba resultado.
Pasaron los minutos y Huracán comenzó a sentir el desgaste, dejando al Rojo acercarse al arco de Marcos Díaz. La más clara llegó con un notable pase de Matías Pisano a Federico Mancuello, que picó al vacío y llegó a puntear la pelota con lo justo, sin poder vencer al “1” rival. Los de Frank Kudelka respondieron con un tiro libre de Martínez que hizo volar a Diego Rodríguez, quien la mandó al córner. De ese tiro de esquina, a los 37 minutos, llegaría el primer grito de Independiente.
Sergio Ojeda despejó el peligro tras el centro desde la derecha y Pisano encabezó la contra. El ex Chacarita se sacó la marca de encima, entró al área, remató y Díaz llegó a meter el manotazo, pero Zapata capturó el rebote de zurda para empujarla al fondo de la red. Merecida ventaja del Rojo en La Plata y alivio para el equipo de De Felippe, que se iba al descanso en ventaja.
Ya en el complemento, Independiente se replegó en la cancha y se dedicó a cuidar la pelota para aguantar la diferencia en el marcador, cediéndole la iniciativa a un Huracán que crecía cada vez más. Leandro Caruso, Toranzo y Martínez tuvieron chances claras para empatar, pero la falta de puntería y los reflejos del Ruso dejaron la valla del Rojo en cero. A los 29, Wanchope Ávila anotaba el 1-1 de cabeza, pero el juez de línea anuló mal el gol por un offside inexistente. Cabe mencionar que también hubo errores a favor del conjunto de Parque Patricios; el más grosero fue el claro penal a Penco que ni Ceballos ni su asistente vieron.
De Felippe metió mano en el equipo y mandó a la cancha a Pizzini y a Hernán Fredes en lugar de Pisano y Daniel Montenegro. Los dos cambios serían claves, ya que a los 41, cuando el Rojo intentaba liquidar la historia, los volantes armaron la jugada del 2-0. Fredes habilitó a Pizzini por derecha, el juvenil le ganó la posición al arquero y definió con un remate cruzado que desató la alegría roja en La Plata.
Sólo quedó tiempo para la expulsión de Carlos Arano -por agredir a Pizzini- y para el ingreso de Federico Insúa, quien se perdió el tercer gol sobre el final. Tras varios miutos de descuento, el cuestionado Diego Ceballos que fue observado por gran parte de Avellaneda le puso punto final al calvario que pasó Independiente en la B Nacional. 2-0, primer triunfo en el estadio Ciudad de La Plata y misión cumplida para el Rojo, que después de 361 días logró volver a Primera División, el lugar que nunca tendría que haber dejado.