Un 4 de agosto de 1904, un grupo de jóvenes cadetes de la tienda “A la ciudad de Londres” se reunió con un objetivo firme: independizarse del equipo de fútbol de la tienda y formar uno propio. Posiblemente ninguno de ellos imaginó que de esa rebeldía y de ese sueño humilde surgiría un gigante que alcanzaría la gloria con el pasar de los años. Aquella tarde, nacía el Club Atlético Independiente.
La histórica tienda, ubicada en la esquina de Perú y Victoria (actual Hipólito Yrigoyen), tenía un equipo de fútbol llamado Maipú Banfield que participaba de partidos amistosos contra otras tiendas y fábricas. Al haber tantos jugadores, se decidió excluir a los de menor edad, a quienes -lógicamente- no les cayó bien la noticia. El disgusto por quedar afuera del equipo los impulsó a abrirse camino y constituir un nuevo club, en donde no tuvieran que responder a los mayores.
Fue así como, un jueves 4 de agosto de 1904, los jóvenes marginados se reunieron para debatir los pasos a seguir. Algunos propusieron unirse a Atlanta Athletic Club, pero la propuesta no conformó: “¡Qué Atlanta ni ocho cuartos! ¡Nosotros tenemos que tener un club independiente!”. Esas palabras le dieron pie a Rosendo Degiorgi para dar una respuesta histórica que marcaría el comienzo de algo grande: “Ahí está el nombre: ¡Independiente! Nos llamaremos Independiente”.
Con el nombre del equipo confirmado, se nombró una Comisión Directiva provisoria: Rosendo Degiorgi (Presidente), Marcelo Degiorgi (secretario), Luis Bassou (tesorero), Nicolás Cabana, Antonio Cabana, Nicolás Bassou, Fernando Aizpuru y J.F. Ipart (vocales). Desde ese momento hasta los últimos días del año 1904, los jóvenes buscaron organizar un club con todos los elementos necesarios: equipo, vestimenta, cuota social, campo de juego, estatuto, etc. Cinco meses después, el domingo 1º de enero de 1905, hicieron una asamblea y oficializaron la constitución del Independiente Football Club.
Poco después, el nombre cambió al “Club Atlético Independiente” que todos conocemos. El color blanco de la indumentaria inicial se reemplazó por el rojo que cruzaría fronteras y que le daría identidad a la institución. El sueño de estos jóvenes se hizo realidad con el paso de las décadas, ya que ese equipo sencillo que habían formado en una reunión de amigos logró evolucionar hasta llegar a la cima del fútbol argentino, de América y del mundo, logrando hazañas memorables que lo llevaron a ser el Rey de Copas y el Orgullo Nacional. ¡Felices 110 años, Independiente!