El Análisis: inofensivo y predecible

A pesar del buen juego e ideas mostradas en los primeros dos encuentros de Independiente, Jorge Almirón decidió cambiar el esquema y algunos nombres al equipo para visitar a Estudiantes. Si bien el Rojo tuvo la pelota en la mayor parte del encuentro, sobrepobló el medio y se tornó lento, inofensivo y predecible. Claro está que este funcionamiento no sólo es consecuencia del cambio de nombres y esquema, si no también, de la forma de juego del rival.

Hubo una imagen que se repitió respecto de la goleada ante Atlético Rafaela, algo que ocurrió a los 2 segundos de partido. Independiente metió 6 hombres en campo contrario muy rápido, pero sólo fue un espejismo, porque casi nada de lo hecho ante la Crema se repitió. La foto:

El principal cambio se vio en el medio. Almirón decidió incluir a Iván Pérez -ni siquiera había concentrado y entró por la ventana- y formar un triple 5. La idea fue usarlo a Pérez como volante central y dejar que se suelten Jesús Méndez y Federico Mancuello, algo que no funcionó. Daniel Montenegro y Juan Martín Lucero quedaron solos arriba y el equipo jamás tuvo la dinámica de los dos encuentros anteriores. El 5-3-2 en defensa del primer tiempo: 

Este fue el triángulo que quiso formar el entrenador en la mitad de la cancha. Pero en esos 35 minutos del primer tiempo, nunca dio resultado:

Otro retroceso en cuanto al partido anterior, fue la presión en bloque. En la primera etapa y en partes de la segunda, se vio por momentos poca intensidad a la hora de tapar la salida del rival. En esta imagen se ve perfectamente la soledad de Montenegro y Lucero ante 7 jugadores de Estudiantes:

Salvo la jugada del gol -mal- anulado a Estudiantes, el Pincha sólo llegó una vez al arco de Independiente en todo el partido, y justamente fue el gol, que llegó de pelota parada. Ese tiro libre cercano al área, nació de una falta innecesaria de Méndez cuando había 6 jugadores del Rojo contra 3 del rival como se ve en la imagen:

Si bien Independiente volvió al mismo esquema que usó en la primera fecha a partir de la salida de Pérez, le costó horrores inquietar a Estudiantes. Y eso no sólo se debió al bajo rendimiento del equipo de mitad de cancha hacia adelante. Fue clave la forma de juego del rival. En esta captura se puede ver de forma clara algo que el equipo de Mauricio Pellegrino hizo en la mayor parte del encuentro. Los 11 jugadores en campo propio:

La idea de jugar siempre por abajo es muy buena, pero tirar un pelotazo obligado por el tiempo no implica traicionarla. En los últimos 5 segundos del partido, con 6 jugadores de Independiente pegados al área contraria, Figal, Tula, Cuesta y Méndez tocaron la pelota de un lado al otro en la mitad de la cancha. Patricio Loustau pitó final y el equipo no tuvo la viveza de intentar el tiro del final. La imagen:

Recién van 3 partidos e Independiente mostró muy buenas intenciones en los primeros 2, pero ante Estudiantes, por los cambios del entrenador y el rival, se vio un equipo lento, inofensivo, predecible y sin rebeldía. Si analizamos los cuatro cambios que se hicieron respecto del debut del torneo, el máximo error se vio en la entrada de Pérez para formar el triple 5, resignando un hombre en ataque. Cuesta por Breitenbruch era una modificación esperada que no cambió la ecuación. Lo mismo con Gómez-Zárate -el que debutó era una incógnita y el que salió tiene más virtudes referidas a la marca que a la gambeta para eliminar las dos líneas de 4 de Estudiantes-. En cuanto a Montenegro, si bien no tiene la explosión que tenía de joven y tuvo un flojo partido, tampoco tuvo dos delanteros que hagan diagonales a la espalda de la defensa rival constantemente como la dupla Riaño-Lucero en la primera fecha. Matías Pisano tiene más dinámica y velocidad -y tal vez sea una mejor opción como titular-, pero no creo que Montenegro haya sido el culpable del mal rendimiento del equipo en ofensiva, a pesar de que leí a muchos afirmar eso.

En el análisis de la fecha anterior, remarqué la incógnita de un posible escenario con resultado adverso. Ese escenario se hizo realidad y el Rojo no tuvo la capacidad de romper el esquema defensivo del equipo de La Plata. Se puede rescatar como positivo la firmeza de la defensa ante cada intento de contragolpe rival, pero hay un dato elocuente: Independiente creó 12 situaciones claras de gol ante Atlético Rafaela, mientras que en este partido llegó sólo una vez. Ahora Almirón y su equipo tendrán un nuevo examen ante Vélez, un equipo que seguramente saldrá a proponer como lo hizo la Crema.