Federico Mancuello se tomó un tiempo para hablar de todo. Su buen presente en Independiente, la renovación de su contrato, la derrota ante Gimnasia, el descenso, el cambio de entrenador, sus sueños de Selección y los objetivos del plantel fueron algunos de los temas que tocó el capitán en la noche del lunes.
“Estoy pasando un momento muy lindo de mi vida, estoy disfrutándolo mucho. Hace muchos años esperaba este momento mío y lo tomo con mucha responsabilidad”, expresó Mancuello en diálogo con Diabólicas Radio. Sobre la renovación de su vínculo, comentó: “Solamente pensaba en ir a disfrutar al club y entregarme al 100% por esta camiseta. Dejaba que los temas de mi contrato los maneje mi representante y los dirigentes”.
El capitán del Rojo remarcó que “se hablaron muchas mentiras” acerca de su contrato. “Si uno quería salvarse económicamente, era más fácil quedar libre e ir a buscar el dinero a otro lado. Hace diez años que estoy en el club y la idea era renovar en forma de agradecimiento y porque uno es lo que es gracias al club”, explicó, y se refirió a sus expectativas después de diciembre: “Si al club le beneficia algún traspaso, bienvenido sea, pero hoy pienso solamente en jugar partido a partido y disfrutar este momento”. Además de ser visto desde Europa, su buen nivel lo llevó a estar en la mira de Gerardo Martino, algo que sembró el sueño de ponerse la Albiceleste: “Son aspiraciones mayores. Que el técnico de la Selección me haya mencionado es un orgullo, porque hace cinco meses yo era un admirador más de ese equipo que nos dio un subcampeonato. Me obliga a seguir trabajando con seriedad y responsabilidad”.
Por otro lado, el volante analizó el encuentro del sábado ante Gimnasia en el Libertadores de América: “La derrota nos duele muchísimo porque teníamos mucha ilusión de seguir con esta buena racha. Sabíamos que iba a ser durísimo, que ellos se iban a cerrar atrás y que las chances que generásemos las teníamos que convertir. Gimnasia en el primer tiempo no tuvo ninguna situación de gol y nosotros generamos cuatro claras”. Además, señaló que “en el segundo tiempo el equipo se partió y quedaron muy lejos los delanteros de los defensores”, y agregó: “Ellos abrieron el marcador y se nos puso todo cuesta arriba. Después hicieron cambios para cuidar el marcador”.
De cara a lo que viene en el campeonato de Primera División, que lo tiene al Rojo en la lucha por el título, Mancuello contó cómo lo vive el plantel: “Tomamos con mucha responsabilidad este torneo. Para nosotros no era de transición sino que teníamos que crecer. Hay un plantel muy bueno en lo humano, con muchas ganas de conseguir cosas grandes y crecer”. Si bien hay una distancia de 6 puntos con el líder River, aseguró que el equipo peleará el campeonato hasta el final: “Si no aspiramos a pelear por cosas grandes faltando cinco fechas y estando tan cerca, no iríamos más a entrenar. Tenemos que jugar estos cinco partidos como si fueran cinco finales del mundo, porque podemos lograr cosas importantísimas. Es una posibilidad muy linda y tenemos que ganar todos los partidos para seguir arriba”.
Saliendo de la actualidad, el mediocampista recordó a Omar De Felippe y su repentina salida en plena pretemporada antes de volver a Primera: “El cambio de entrenador nos generó incertidumbre. Hablar mal de una persona que agarró en un momento donde las papas quemaban estaría muy mal. No sabemos por qué motivo se fue. Nos ayudó mucho a conseguir el objetivo que queríamos todos y con él aprendí muchas cosas y jugué mucho. Conocía a la perfección la categoría”. En la misma línea, habló sobre la llegada de Jorge Almirón para reemplazarlo: “No conocíamos a Almirón. Ninguno lo había tenido como entrenador pero entendíamos la manera en que jugaba Godoy Cruz. Llegó con ideas claras que ayudaron mucho, a los chicos también porque les dio confianza. Sabíamos que después de ese año todo iba a ser mejor”.
Finalmente, Mancuello valoró los proyectos del club con los juveniles, recordando la inversión de Gabriel Milito y Sergio Agüero en el nuevo Centro de Entrenamiento de Villa Domínico. “Es una etapa de cambios. Siempre es bueno que jueguen los chicos, quiere decir que el patrimonio está apareciendo. Que haya obras te llena de orgullo. Estar rodeado de gente como Milito te obliga a crecer, te marcan un camino, una forma de sentir el fútbol con el escudo de Independiente por delante. La infraestructura hace que la gente y los jugadores profesionales se acerquen”, concluyó.
