Se cumple el 12º aniversario del último título de Independiente por campeonatos locales. El tiempo pasa, pero el recuerdo de aquel 1º de diciembre de 2002 sigue presente y es una marca que no se borra. Ese equipo de Américo Rubén Gallego arrasó en gran parte del Torneo Apertura, llevándose puesto a cuanto rival se le cruce en el camino.
El Rojo estaba cerca del descenso por primera vez en la historia y necesitaba ganar para sumar en el promedio. Fue así como se armó un plantel muy competitivo con futbolistas de mucho peso: Federico Domínguez, Juan José Serrizuela, Lucas Pusineri y el regreso de Daniel Montenegro, entre otros. Además, el entrenador se encargaría de recuperar a varios que ya estaban en el plantel y que terminaron siendo claves en la conquista, como Gabriel Milito, Federico Insúa y Andrés Silvera.
Los dirigidos por el Tolo conocieron la derrota recién en la fecha 9, cuando cayeron 2 a 1 ante River en la recordada Doble Visera. Antes pasó el debut con victoria ante Lanús, el empate con Gimnasia en La Plata, un 3 a 1 ante Olimpo, el recordado 4 a 1 ante Racing en el Monumental, la igualdad con Newell’s, un ajustado 2 a 1 sobre Vélez y dos goleadas impresionantes: 7 a 1 con Colón en Avellaneda y 6 a 2 a Chacarita en Liniers.
Tras la caída frente al Millonario, Gallego metió mano en el equipo. Lucas Pusineri agarró la titularidad y la remontada llegó a la fecha siguiente con el triunfo en Parque Patricios ante Huracán. Luego, el Rojo le dio vuelta un partido bárbaro a Arsenal como local, goleó en Córdoba a Talleres, venció en la Doble Visera a Estudiantes y Rosario Central, empató con Chicago en Liniers y le gnaó con lo justo a Unión.
La gente se ilusionaba con la vuelta y copaba todas las canchas donde le tocaba jugar, y así llegó la jornada 17 en donde Independiente le llevaba seis puntos de ventaja a Boca. Tenía que visitar a Banfield en la cancha de Vélez y todo estaba preparado para los festejos, pero increíblemente el Taladro ganó 2 a 1 y Boca consiguió un triunfo ante Talleres y que le permitió ponerse a tres del Rojo.
Como si fuese pensando por un guionista de cine, la fecha 18 era justamente ante Boca. El partido se jugó bajo un intenso calor en Avellaneda y con elecciones en el club. Guillermo Barros Schelotto puso en ventaja al Xeneize y le dio un duro golpe a la ilusión, pero el final sería memorable. Gracias al cabezazo de Pusineri a tres minutos del final, Independiente lograba el empate agónico que lo hacía acariciar el título.
Después de tanto esperar, llegó el gran día. El Nuevo Gasómetro se teñía de Rojo para recibir a Independiente. El Bajo Flores fue una fiesta con el 3 a 0, gracias a los goles de Insúa, Silvera y Pusineri. Con un gran equipo, muy buen fútbol y absoluta justicia, el Rojo logró consagrarse luego de ocho años de sequía a nivel local y sumó su estrella número 14. ¡Salud, Campeón!