Llegó el primer clásico del campeonato para Independiente y terminó en derrota. El equipo de Jorge Almirón no mereció perder, pero cayó 1-0 frente a San Lorenzo por no saber concretar las situaciones de gol que tuvo. Al equipo de Edgardo Bauza le alcanzó con llegar tres veces al arco para convertir un tanto. Así de frágil es la mandíbula de este Independiente.
El encuentro comenzó con un equipo local a la espera -algo que iba a hacer durante la mayor parte del juego- y con Independiente plantado en campo contrario, intentando, como siempre, hacerse dueño de la pelota.
Sin embargo, la primera clara del partido la tuvieron los de Bauza. Gustavo Toledo, completamente distraído, dejó un hueco gigante para que Juan Mercer meta un pase en profundidad para Emmanuel Mas, que controló la pelota, remató cruzado, pero el Ruso Rodríguez tapó con su pierna.
Tras esa chance de gol, el Rojo se hizo amo y señor del encuentro. Empezó a trasladar la pelota de un lado a otro, a recuperar muy rápido cuando la perdía y a crear situaciones. Mancuello la tuvo dos veces en la puerta del área y Riaño, tras una gran presión en el medio, desperdició un claro mano a mano.
Los merecimientos eran claros, pero Independiente no concretaba lo que generaba. De hecho, Matías Pisano la tiró afuera dentro del área y luego Riaño, en velocidad, remató de zurda por encima del travesaño. Pero hubo un quiebre clave en el partido: la grave lesión del Torito Rodríguez. El uruguayo fue a trabar frente a Héctor Villalba y, con mucha mala suerte, se fracturó solo el peroné.
Y otra vez, sobre el final del primer tiempo, llegó el baldazo de agua helada para el equipo de Jorge Almirón. Mercier anticipó a un dormido Jesús Méndez, Matos pivoteó de primera para Villalba y ninguno de los siguientes involucrados llegó a taparlo: Víctor Cuesta, Nicolás Tagliafico y Cristian Tula. En la siguientes imágenes se puede ver la secuencia del gol.
San Lorenzo especuló durante casi todo el primer tiempo y con poco le alcanzó para llegar al gol. En el complemento se plantó directamente en su campo y no creó ninguna situación, pero el Rojo sólo lo inquietó dos veces en los segundos 45 minutos.
¿Las dos chances para Independiente en el segundo tiempo? Un remate de Lucas Albertengo tras una buena asistencia de Pisano y un cabezazo de Tagliafico tras un córner que rozó el palo derecho de Sebastián Torrico.
Los últimos 35 minutos de la segunda etapa estuvieron de más. Ninguno de los dos equipos generó nada más y el encuentro terminó 1-0 a favor del Ciclón. ¿Merecido? No. Pero en el fútbol se gana con goles. Ninguno de los tres cambios, nuevamente, aportaron soluciones. Franco Bellocq es un volante central completamente distinto al uruguayo Rodríguez -al que se lo va a extrañar horrores, siendo un eje importantísimo de este equipo-, mientras que Martín Benítez y Francisco Pizzini no pesaron ni una vez en ataque.
El arquero y la defensa se mostraron nuevamente muy débiles. ¿Cómo puede ser que sea tan fácil convertirle a Independiente? San Lorenzo creó solo tres situaciones y con eso le alcanzó. Desde el partido contra Unión, Pisano es una máquina de tomar malas decisiones en los últimos metros y aún no puede mejorar. Sin embargo, hay que reconocer que en bajo nivel, mete uno o dos pases gol en cada partido. El nivel de Méndez va a tono con el del equipo: totalmente irregular. Mancuello fue de lo más destacado en el primer tiempo, apareciendo por sorpresa en ataque, pero en el complemento se apagó. Riaño aguantó bien de espaldas durante el encuentro, pero fue decisivo el mano a mano que erró por definir de forma tan displicente. ¿Albertengo? En casi todas las pelotas que disputó, perdió.
Ahora se viene Argentinos y una seguidilla de partidos muy importantes, donde aparecen Boca y Racing. Es difícil encontrar un reemplazo para el uruguayo y el equipo lo va a sentir. Si bien faltan 21 fechas, es hora de madurar si se quieren pelear cosas importantes. Independiente hizo goles en 8 de las 9 fechas, pero la efectividad respecto de las situaciones que crea es baja. En cuento a las chances de gol que le crean, la efectividad de goles en contra es alta. Es reiterativo, pero real: este equipo tiene mandíbula fácil.
La terna arbitral
Muy flojo partido de Diego Abal y los líneas, con dos errores determinantes. El árbitro no cobró un grosero penal de Julio Buffarini, que paró con la mano un tiro libre de Mancuello. Además, era expulsión, ya que el jugador de San Lorenzo estaba amonestado.
Por otro lado, uno de los líneas inventó un offside que no era en el primer tiempo. En esa jugada, Albertengo se iba mano a mano frente Torrico.
Muy buen análisis. En resumen, fallamos en las dos áreas. Y Almiron no hace nada para solucionarlo. Para colmo de males, Rodriguez es irreemplazable. Que mal te veo Almiron!!!!!