Independiente empató 1-1 con Lanús en un partido muy parejo, que tuvo mayoría de suplentes en ambos equipos. Nicolás Figal en contra abrió la cuenta para el local, mientras que Juan Martín Lucero igualó para el Rojo. Los hinchas del Rojo cumplieron y coparon la tribuna visitante.
Pudo ser para los dos y el empate terminó siendo justo. Cada uno tuvo su momento: Independiente dominó gran parte del primer tiempo, falló en la definición y el Granate lo castigó casi de casualidad en la primera que tuvo. El Rojo insistió, llegó al empate y también lo pudo ganar, pero Lanús asustó en el final. Ambos con equipo alternativo y con la mente en la Copa Sudamericana, regalaron un encuentro entretenido y repartieron puntos.
Los de Mauricio Pellegrino arrinconaron rápidamente al rival. Lucero, el inquieto Martín Benítez, Jorge Pereyra Díaz y un intratable Nicolás Tagliafico exigieron al arquero Fernando Monetti en la primera mitad, pero no tuvieron puntería. En ese contexto, Lanús, que casi no había pisado el campo rojo, castigó a los 40′ en la única que tuvo, con cierta cuota de suerte: Víctor Ayala ejecutó un tiro libre peligroso y Figal la metió en contra de cabeza en un mal rechazo.
El equipo de Guillermo Barros Schelotto se fue al descanso en ventaja y le avisó a Independiente que los goles no se merecen, se hacen. Por eso, en la segunda parte, Pellegrino no tardó en meter mano y mandó a la cancha a Cristian Rodríguez, que ordenó el equipo y trajo el fútbol que hacía falta. Justamente de sus pies nació la jugada del merecido empate: el Cebolla encaró desde la derecha hacia el medio, abrió para Ezequiel Vidal, el juvenil mandó el centro y Lucero cabeceó la pelota al fondo de la red a los 17′.
El empate pareció motivarlos a los dos y el partido pudo ganarlo cualquiera. Lucero tuvo su chance con un tiro cruzado que tapó Monetti, mientras que Mauricio Victorino, impasable en el fondo, salvó al Rojo en el final al cortar un remate de Román Martínez. Al fin de cuentas, el 1-1 fue lo que mejor le quedó al partido.
Pese a tener la cabeza en el viaje a Paraguay, Independiente hizo un gran partido y de a poco va encontrando el funcionamiento que tanto buscó. El entrenador, que sigue invicto en el torneo local desde su llegada a Avellaneda, pudo darles minutos a varios jugadores que venían pidiendo pista. ¿La gente? 10 puntos; llenaron la cabecera visitante y pasaron la prueba de buen comportamiento. Así las cosas, el ánimo sigue siendo óptimo y debe servir para encarar de la mejor manera la revancha ante Olimpia.