Después de dos años, los hinchas de Independiente pudieron acompañar al equipo afuera de Avellaneda y no desaprovecharon la chance. Casi 7.000 almas rojas coparon la tribuna visitante del estadio de Lanús.
Las autoridades y los organismos de seguridad habían elegido el partido entre Arsenal y Olimpo para empezar a recuperar de a poco a los hinchas visitantes, pero necesitaban un partido de mayor convocatoria para medir mejor el comportamiento. Fue así como decidieron hacer otra prueba en Lanús con la gente del Rojo, que no defraudó.
No importó que la venta de entradas fuese sólo el día domingo. Mucho menos, que el horario haya sido tan incómodo. Los hinchas de Independiente se acercaron en buen número a comprar sus localidades y, por la noche, llenaron la cabecera visitante del Néstor Díaz Pérez, con bastante aliento y nada de violencia.
Si bien la marea roja había estado presente en otras canchas por Copa Argentina, hacía mucho que no podía hacerlo en el torneo local, desde aquel partido ante River en el Monumental en junio de 2013. Tras dos años de espera, la gente cumplió y aportó lo suyo, demostrando que los partidos se pueden (y se deben) jugar con las dos hinchadas. ¡Que vuelvan los visitantes!