Independiente ganó como visitante por 1-0 ante Temperley por la séptima fecha del Torneo de Primera División 2016/17. El equipo tuvo un rendimiento aceptable en el primer tiempo, pero falló en la puntería. En la segunda etapa se equilibró la balanza y el conjunto local estuvo más cerca de la victoria, sin embargo Martín Campaña salvó al Rojo en varias ocasiones. En tiempo de descuento, el gol en contra de Adrián Arregui le dio los tres puntos al equipo de Milito.
En los primeros minutos de partido, el nuevo esquema mostró un equipo más ordenado, con más presencia en el mediocampo y con más llegada al área rival. Germán Denis y Diego Vera tuvieron chances para poner arriba en el marcador al Rojo, sin embargo no estuvieron finos a la hora de definir y Matías Ibáñez despejó el peligro del arco local.
Con el transcurso del primer tiempo, los de Carlos Mayor comenzaron a inquietar el arco de Campaña, pero con ataques aislados o centros fáciles de controlar para el arquero. Por el lado de Independiente se intentó desbordar por las bandas con Tagliafico y Rigoni buscando encontrar a alguno de los dos nueve, aunque de poco sirvió. En líneas generales, el funcionamiento era aceptable.
Para el complemento todo cambió. Hasta el sistema táctico y la ubicación de los futbolistas. Se volvió al 4-3-3 y al equipo le costó muchísimo sentirse cómodo, lo que generó que Temperley se aproveche y comience a mostrar su mejor fútbol, con Ariel Cólzera como figura. Al igual que en partidos anteriores, se vio un Independiente desordenado, sin claridad y con muy poca movilidad en el medio.
Y se empezó a dar un partido de ida y vuelta. Los últimos 25 minutos fueron entretenidos, con la particularidad de que cada ataque de Temperley era medio gol, mientras que el Rojo no podía aprovechar las chances que tenía. Martín Campaña salvó en muchas ocasiones al equipo, que a pesar de todo seguía con vida, y en una de las últimas encontró el gol. Tras un centro de Maximiliano Meza desde la izquierda, la pelota cayó en la cabeza de Arregui que cuando quiso despejar, no hizo más que meterla en su propio arco y darle el 1-0 y la victoria al equipo de Milito.
Dos equipos en uno, eso fue Independiente. Un primer tiempo bueno, con momentos de superioridad y varias llegadas al arco rival, mientras que por otra parte un complemento en un bajísimo nivel en el cual estuvo cerca de perderlo si no fuera por Campaña. Más allá de la victoria y los tres puntos que sirven para trabajar con un clima más tranquilo, el juego y el funcionamiento no dejan de preocupar a los hinchas. Se ganó, pero todavía queda mucho por mejorar. El próximo rival será Gimnasia como local, y puede ser una buena oportunidad para mejorar y mantenerse cerca de los primeros puestos.
Pésimo partido, ojala mejoremos de una vez por todas porque vamos en involución.