Por la 22° fecha del Campeonato 2016/17, Independiente empató como local por 2 a 2 ante Estudiantes, en un verdadero partidazo. Los goles del Rojo los marcaron Martín Benítez -de chilena- y Ezequiel Barco de penal. El equipo de Holan sigue sin ganar en el Libertadores de América, aunque la gente reconoció el esfuerzo y la entrega de los jugadores, que se fueron aplaudidos del Libertadores de América.
En el comienzo del partido, Independiente no la pasó nada bien y Martín Campaña salvó un gol de milagro al minuto de juego. Es que Estudiantes salió decidido a lastimar al Rojo, y el equipo de Ariel Holan se vio acorralado en el fondo y tardó un rato en poder acomodarse en el terreno de juego. Después, se emparejó, aunque el principal protagonista fue el juego brusco.
Sin embargo, el primer golpe de la noche fue de Independiente. Luego de un buen centro de Rigoni, y un rebote adentro del área, Martín Benítez metió una chilena espectacular para poner en ventaja por 1 a 0 al Rojo. Y al rato, Emmanuel Gigliotti metió un buen cabezazo para marcar el segundo gol, pero el árbitro Baliño cobró una supuesta falta del delantero sobre Schunke, aunque el Puma ni lo tocó.
Y sobre el final del primer tiempo, el equipo se descuidó en el fondo y Estudiantes logró llegar al empate. Tras un centro desde la izquierda de Dubarbier, y un cabezazo que pegó en el palo, Facundo Sánchez solo la tuvo que empujar para decretar el 1 a 1 antes del descanso. Sin dudas que fue un baldazo de agua fría para los jugadores.
En el inicio del complemento, el que salió más despierto fue el Pincha, que al minuto de juego logró dar vuelta el resultado. Luego de un tiro libre desde la izquierda, la defensa del Rojo tiró el achique, pero no salió bien ya que Matías Aguirregaray quedó solo ante Campaña y puso el segundo gol de Estudiantes, que ganaba 2 a 1.
A pesar de la dificultad, el equipo de Holan buscó por distintas vías llegar al empate y finalmente encontró la igualdad. Después de un centro desde la izquierda, la pelota pegó en el brazo de Ascacibar y el árbitro no dudó en cobrar penal. El encargado fue Ezequiel Barco, quién asumió la responsabilidad y no le pesó para nada. El pibe la clavó en un ángulo y puso el partido 2 a 2. Desde ahí fue todo ida y vuelta, y se disfrutó de un gran partido en el Libertadores de América.
Si bien no pudo cortar la racha y sigue sin poder ganar como local con Ariel Holan como entrenador, el equipo dejó una muestra de carácter que hace mucho tiempo no se veía en Independiente. Por eso es que la gente reconoció el esfuerzo por buscar los tres puntos hasta el final sin volverse locos y con una idea de juego que por momentos funcionó muy bien. Más allá del empate, el hincha se puede ir a dormir tranquilo.