Con mayoría de suplentes, Independiente le ganó 1-0 a Racing en el Cilindro con gol de Leandro Fernández y le sacó 24 partidos de ventaja en el historial, la máxima diferencia en la historia. El equipo de Ariel Holan jugó 55 minutos con diez jugadores por la expulsión de Rodrigo Moreira.
De entrada le costó al Rojo, que puso en cancha a un once alternativo que incluía el debut de Gonzalo Asís en defensa. La Academia asustó varias veces con las subidas de Diego González (le anularon mal un gol), Arévalo Ríos y Lautaro Martínez, pero fue Independiente el que pasó al frente en su primera acción de peligro. A los 30 minutos, Fernández le robó una pelota a Sergio Vittor en tres cuartos de cancha, encaró en soledad al área de Racing y sacó un zurdazo cruzado que hizo inútil el esfuerzo de Juan Musso. 1-0 y silencio atroz.
El envión del triunfo se frenó cinco minutos después, cuando Rodrigo Moreira fue expulsado por doble amarilla y obligó a rearmar la defensa con el ingreso de Néstor Breitenbruch por Walter Erviti. Después de unos tibios avances del local, el Rojo tuvo una más en tiempo adicionado: Fernández ejecutó un tiro libre con un violento derechazo que hizo volar a Musso. ¡Se metía en el ángulo!
El complemento fue casi todo de Racing. De entrada Diego Cocca metió mano y mandó a la cancha a Lisandro López por Enrique Triverio, cediendo a la presión de la hinchada. Mientras tanto, Independiente le cedió la pelota y esperó al contragolpe. Fue así como, una y otra vez, el arco rojo se vio amenazado, pero gracias a la mala puntería de los delanteros, un poco de fortuna y algunas buenas intervenciones de Rehak, los de Holan sostuvieron la ventaja.
A diez minutos del final, el joven arquero del Rojo se lesionó y, pese a su voluntad de seguir, obligó al ingreso de Damián Albil, quien volvió a atajar un partido oficial en el club luego de 13 años. Antes de dejar la cancha, Rehak se lució tapando un remate de López que de milagro no fue el empate de la Academia.
Independiente tuvo una sola jugada clara de peligro en una corajeada de Fernández que dejó mano a mano a Juan Manuel Martínez con el arquero, pero el Burrito se abrió demasiado y su definición se fue muy cerca del palo izquierdo.
De visitante, sin sus hinchas, con un jugador menos durante más de una hora, con suplentes, una lesión a cuestas y un pésimo arbitraje, el Rojo pisó fuerte en el Cilindro, aguantó con alma y vida y se quedó con el clásico. Por primera vez son 24 los partidos de ventaja en el historial. Ganó con la camiseta. ¡Épico!
Mas que camiseta le tiramos las medias!!! Gracias rojo de mi vida. que hijos nuestros morirán!!