Independiente cerró de la mejor manera su año en la Superliga. En Sarandí, venció 2-1 a Arsenal sobre la hora con mayoría de juveniles. Leandro Fernández abrió la cuenta para el Rojo, Lucas Wilchez empató y el pibe Ezequiel Denis lo ganó con un golazo agónico.
Al igual que contra Racing, Ariel Holan presentó un equipo totalmente alternativo con una defensa juvenil, que incluyó el debut de Sergio Barreto. El local se mostró mejor parado en el comienzo y amenazó tres veces el arco de Damián Albil, pero fue Independiente el que dio el golpe en la primera única llegada que tuvo en el primer tiempo: tras una combinación con Walter Erviti y Juan Manuel Martínez, Fernández sacó un zurdazo bajo que hizo inútil el esfuerzo del arquero.
En el complemento, el Rojo le cedió la pelota a Arsenal y pasó varios sobresaltos en una defensa que mostró varios desacoples -lógicos por la falta de experiencia-. Sin embargo, nuevamente los de Holan casi lastiman en la primera llegada, cuando Nery Domínguez no pudo empujarla tras un rebote de Pablo Santillo en un tiro libre de Fernández.
De a poco comenzaron a animarse los dirigidos por Humberto Grondona, que encontraban varios huecos en la última línea roja. Emiliano Papa y Rodrigo Contreras se perdieron chances importantes en el área chica. Fue recién a los 34′ cuando Wilchez aprovechó una distracción para estampar el 1-1 en leve posición adelantada.
Quedaban 10′ y los dos equipos intentaron ir por el triunfo de manera desordenada. Independiente jugó los últimos minutos con mayoría de pibes, tras los ingresos de Domingo Blanco, Denis y Mauro Molina. Fue el delantero pampeano el que le dio al Rojo el premio en tiempo de descuento: después de una buena salida desde el fondo de Jonás Gutiérrez, Denis tomó la posta, encaró hacia al área, eludió a un rival y sacó un zurdazo certero que le dio el triunfo al Rey de Copas.
Fue así como se repitió la historia de hace pocos días en el Cilindro. Con suplentes, muchos jóvenes y de visitante, Independiente volvió a sumar de a tres contra otro equipo de Avellaneda y cerró su participación a nivel local en los primeros puestos de la tabla. Ahora, a pensar en lo verdaderamente importante: la segunda final ante Flamengo en el Maracaná. El Rojo quiere ser campeón y en Sarandí consiguió un buen envión anímico.