Luego de irse al descanso con un 0-2 y un nivel alarmante, Independiente salió a buscarlo en el complemento y lo empató gracias a los goles de Braian y Silvio Romero. El Rojo jugó con uno menos los últimos 20 minutos por la expulsión de Nicolás Figal.
Fue un primer tiempo para el olvido en todo sentido. Los groseros errores defensivos, la falta de actitud y determinación para disputar cada pelota y la carencia de ideas para elaborar jugadas en ataque le simplificaron el trámite del encuentro a Estudiantes.
Tal es así que a los 7 minutos, Juan Apaolaza madrugó a Nicolás Figal en un centro desde la izquierda y, con un cabezazo a quemarropa, puso el 1-0. Luego, a los 26′, los errores de Francisco Silva y Fabricio Bustos le dejaron el 2-0 servido a Matías Pellegrini. ¿Pudo haber sido aún mayor la diferencia? Sí, pero Martín Campaña le salvó el pellejo a Figal.
Así se fue Independiente al descanso. Al borde del nocaut y con todo su público que lo acompañó a Quilmes desconcertado. Al Rojo le costó entender el partido 45 minutos y lo pagó carísimo. Pero el entretiempo fue la cachetada que necesitó el campeón para despabilarse, porque antes del cuarto de hora del segundo tiempo emparejó el marcador. Pablo Hernández ofició de manija, el Chino Romero asistió a Silvio para el 1-2 a los 4′ y a los 11′ se invirtió la fórmula para que el ex Lanús establezca el 2-2.
A partir de allí, el partido se hizo muy friccionado. Quedaron muy pocas jugadas claras para cada uno, Figal vio la segunda amarilla a los 27′ y el Rojo optó por replegarse en su campo. Ya con los ingresos de Martín Benítez y Emmanuel Gigliotti, Independiente apostó a la contra y el Pincha pudo ganarlo de no ser por la mala definición de Apaolaza abajo del arco.
Más allá que todavía no pudo ganar en el torneo, hay que destacar la mejora del complemento sin descuidar lo hecho en la primera parte. Se viene el duelo contra Brown de Adorgué en medio de la fecha FIFA y hay cosas por corregir. El Rojo está a tiempo pero si quiere ser competitivo en todos los frentes, no puede permitirse tantas desatenciones como las de esta tarde.