Independiente empató 1-1 con Banfield pese a jugar 80 minutos con un hombre menos por la expulsión de Pablo Hernández. En el primer tiempo Darío Cvitanich puso en ventaja al Taladro pero en el complemento, con más actitud que fútbol, Emmanuel Gigliotti selló la paridad definitiva.
Todo estaba dado para que a los de Ariel Holan se le venga la noche. Literalmente. La hinchada del Rojo, ubicada en la popular visitante, veía como, durante los primeros 45 minutos, el equipo no lograba asentarse en el Florencio Sola. Para colmo a los 10′ sufrió la expulsión del Tucu Hernández y a los 21′ Cvitanich puso el 1-0 para el local. Resultado merecido.
El Taladro manejaba los hilos del encuentro y el Rojo, replegado en su campo y con un solo punta, apostó a alguna contra. ¿La tuvo? Sí, pero Cerutti la desperdició tras un desborde de Silvio Romero sobre los 43′ de la etapa inicial. Así se fue la primera parte, con el ingreso de Gaibor por Meza y un Independiente desorientado.
Sin embargo el entretiempo volvió a ser clave para el Rey de Copas, tal como lo fue contra Estudiantes y River. El técnico modificó el 4-4-1 por un 4-2-3 más ambiocioso y tuvo sus frutos. El local disminuyó la intensidad y el Rojo llegó primero con Domingo, luego con el Chino Romero y en la tercera apareció el Puma, quien había ingresado por Cerutti cinco minutos antes, y no perdonó. Gran habilitación de Benítez entre líneas, mejor desmarque del delantero y definición por encima de Arboleda. 1-1.
Gigliotti le puso más justicia al resultado y con la desesperación de Banfield, Independiente pudo ganarlo en dos ocasiones en los pies de Brítez (entró por Bustos) pero la puntería le jugó una mala pasada al lateral. Sobre el final cayeron un par de centros que descolgó Campaña y se fue el partido sin mayores alteraciones en el marcador.
Si bien es un empate y la punta queda cada vez más lejos, no se puede omitir en el análisis la roja ni bien arrancó el encuentro y la desventaja inicial. Independiente tiene nada más que seis puntos en la Superliga y un partido pendiente en seis fechas. No es lo ideal, es cierto. Pero se rescata la reacción a tiempo cuando parecía que se le venía la noche.