Independiente comenzó con el pie derecho el ciclo de Beccacece como DT y venció 1-0 a Universidad Católica de Ecuador con gol de Pablo Hernández. A la espera de la vuelta, el jueves que viene en Quito, en Locoxelrojo analizamos las claves de la victoria en la ida de octavos de final de la Copa Sudamericana.
Firmeza defensiva: a pesar de que el equipo ecuatoriano se mostró peligroso, sobre todo en la primera etapa, una buena labor de los centrales del Rojo, Alan Franco y Nicolás Figal, permitió que no se pasaran zozobras cerca del arco defendido por Campaña.
Eje conquistado: principalmente en el segundo tiempo, el tridente del mediocampo rojo (Domingo, Hernández y Sánchez Miño) superó al rival y desde allí, construyó con el Tucu y Juan y quitó rápido tras pérdida con la visión de Nicolás, figura de la cancha.
Precisión a pesar del clima: más allá de que el campo del Libertadores de América está en buen estado, la constante lluvia hizo que en muchos sectores la pelota no rodara con facilidad. A pesar de ello, Independiente tuvo la capacidad de hilvanar jugadas mediante asociación a través del pase, con buena precisión y movimientos coordinados de los futbolistas. Un ejemplo de ello fue el único tanto del partido.
Compromiso total: en todos los jugadores se vio una disposición física indispensable para lograr el juego que pretende el equipo. Aún cuando las cosas no salían de la mejor manera, la intensidad y el despliegue de cada jugador se hicieron notar. Por características propias los más destacados en este rubro fueron Domingo, Bustos y Pizzini.