Por la 1º fecha de la Superliga 2019/2020, Independiente le ganó 1-0 a Defensa y Justicia en Florencio Varela, con gol de Sebastián Palacios.
Como era de esperarse, Sebastián Beccacece apostó por la rotación para el debut en el torneo local. Nicolás Figal como lateral derecho, la vuelta de Pablo Pérez, el regreso de Domingo Blanco y la presentación de Palacios, fueron las principales novedades del once inicial ante el Halcón. La propuesta fue la misma del jueves pasado: intensidad, movilidad y presión alta, aunque esta vez el funcionamiento no fue el mismo.
No tuvo un dominador claro el primer tiempo. Y tampoco estuvo cómodo el Rojo en los minutos iniciales. Le costó generar juego en mitad de cancha, donde el trámite estuvo más disputado. Sin embargo, en cada subida amenazaba con lastimar a partir de la velocidad y la gambeta de Blanco y Palacios. Fue de la mano del ex Talleres que llegó la apertura del marcador: a los 32′, tras un centro de Figal, la pelota la quedó al Tucu adentro del área y sacó un fuerte derechazo para vencer a Luis Unsain.
El Rey de Copas también tuvo dos claras de pelota parada. Gastón Silva ejecutó un tiro libre que se fue cerca cuando el partido estaba 0-0, y sobre el final, Martín Benítez estrelló el suyo en el travesaño.
Ya en el complemento, el resultado adverso hizo que el local adelantara sus líneas con una intención similar a la del visitante, desde la presión alta y la tenencia de pelota. A Independiente le costaba recuperarla y Defensa empezaba a acechar. Pero a pesar del trámite, fue el Rojo el que tuvo la primera clara con otro buen centro de Figal para Palacios, quien esta vez no pudo conectar de cabeza en el área chica.
El Halcón, con pocas ideas, se hizo con el control de la pelota y obligó a los de Beccacece a jugar de contragolpe. Fabricio Bustos, Francisco Silva y Cristian Chávez saltaron a la cancha por Benítez, Domingo y Cecilio Domínguez para recuperar el equilibrio, pero el trámite no varió demasiado. El Rojo amenazaba pero no lastimaba, mientras Defensa se animaba con más actitud que fútbol.
El partido no perdió intensidad, pero sí claridad. No hubo situaciones nítidas de gol para ninguno en los minutos finales y así se consolidó el negocio para Independiente, que aguantó la ventaja con inteligencia. Sólo se destacó un nuevo zurdazo del uruguayo Silva en tiempo adicionado que controló bien Unsain.
El 1-0 final terminó siendo justo para un Rojo que aprovechó la que tuvo y que se defendió con entereza ante un tibio Halcón. Segunda victoria al hilo del equipo de Beccacece, buen primer paso en una Superliga que será más corta que lo habitual y gran envión anímico de cara a la revancha en Quito por Copa Sudamericana.