Ante la necesidad de reforzar el ataque del equipo, un nuevo nombre comenzó a sonar en la órbita roja del conjunto dirigido por Lucas Pusineri. ¡Mirá de quien se trata!
El futbolista es Sebastián Sáez, argentino de 33 años, que viene de ser goleador y bicampeón en la Universidad Católica de Chile, anotando 16 tantos en 34 partidos disputados. Con la llegada de Ariel Holan al banco y la incorporación de Fernando Zampedri, el centrodelantero no sería tenido en cuenta y tiene el pase en su poder.
Sáez comenzó su carrera en Tiro Federal y su mejor paso fue en Central Córdoba de Santiago del Estero, donde anotó 52 goles en 121 partidos. Luego jugó en Talleres de Córdoba y en el Audax Italiano de Chile, además de algunas experiencias en el exterior en el Al-Wakrah de Catar y en el Emirates Club de Emiratos, antes de llegar a la Católica en 2018.
Te dejamos algunos goles y jugadas del atacante.
NO ESTAMOS EN CONDICIONES DE TRAER A NADIE, NI SIQUIERA AL QUERIDO MOTONETA PENCO. LOS HORRORES COMETIDOS EN MERCADOS ANTERIORES A CARGO DE DIRIGENTES QUE DESCONOCEN TOTALMENTE DEL TEMA Y DE TECNICOS CAPRICHOSOS, Y ENTRE AMBAS PARTES RIFARON LA PLATA DEL CLUB, NO LA SUYA, NOS DEJARON EN ESTA DEPLORABLE SITUACION ECONOMICA. HABRA QUE JUGAR CON LO QUE HAY, OJALA PUEDAN VENDER ALGUNA DE LAS MENTIRAS INFLADAS POR EL PERIODISMO PARTIDARIO (FRANCO) O AL SEÑOR DEL BALDE (BENITEZ), O AL ARQUERO DESGANADO.
Digo lo mismo que escribí sobre la posible incorporación de Jonatan Herrera, Emanuel Mercado (21 o 22 años) o Mauro Molina (ya jugó en primera), ¿son menos que estos dos veteranos postulantes a suplentes de centro delanteros? Entonces, la inferiores no sirven de anda, es un gasto inútil. La famosa cantera de la que hablan todos como ideal a alcanzar, es como el tema de la pobreza y las Pymes, todos los politicos hablan maravillas de estos dos temas, pero nadie resuelve su situación o problemas. El negocio del fútbol no pasa por la cantera, las inferirores de los clubes grandes sirven para semillero de los equipos chicos, y luego, si alguno pasa esa prueba, vuelve al grande, el que tendrá que pagar por ello. El fútbol es un gran negocio manejado por incapaces escrupulosos, salvo Bragarnik, que no debe ser incapaz.