El ex jugador del Rojo charló desde Estados Unidos y reveló sus deseos de volver algún día al club para obtener la tan ansiada Copa Libertadores.
“Hacemos entrenamientos virtuales tres veces por semana a través de Zoom, nos conectamos a la mañana y entrenamos según el espacio que tenga cada uno”, comenzó Esequiel Barco refiriéndose a la situación actual de cuarentena y a como continúa su preparación en el día a día aunque no pudo evitar contar que se también se la pasa “jugando mucho a la Play, sobre todo al Call Of Duty”.
Continuando por lo que nos incumbe, Independiente, el Turri eligió a su mejor compañero, Nicolás Figal, “al que tengo de hijo en la Play” asegura mediante un vivo de Instagram con la cuenta oficial de Independiente y contó con quiénes tenía mayor sintonía dentro del campo de juego: “Con los que más me entendía eran Rigoni, Meza y Benítez”.
Además, el atacante reveló que técnicos le dejaron mayores enseñanzas: “A Gaby Milito le voy a estar agradecido toda la vida por la confianza que depositó en mí y por haberme subido a Primera. Después tuve a Holan, al Tata Martino y ahora a De Boer. De todos he aprendido algo”.
Con respecto a su traspaso al Atlanta United, el surgido en el club confesó: “En ese momento pensé que tenía que aprovechar la oportunidad y tomé esa decisión. Ahora me arrepiento de haberme ido tan rápido. Extraño mucho el Rojo. Los hinchas me brindaron mucho cariño desde que llegué”.
Por último, Barco habló de sus sueños y si bien uno es “jugar en Europa, ya que es lo máximo y lo quiero hacer”, no pudo contener sus ansias de retornar a la institución y ganar la Libertadores: “Ojalá pueda volver y ganar la octava Libertadores con el club. Espero volver pronto y darles otra alegría como la del 2017”.
