Pablo Hernández, quien ya trabaja a la par del grupo, manifestó su deseo de volver a pisar una cancha de fútbol. El Tucumano contó como se mantiene activo en la cuarentena pese a que la semana pasada debió viajar a su provincia natal por una urgencia familiar.
En agosto del año pasado, el mediocampista de 33 años había sufrido la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Luego de sortear con éxito la recuperación ya estaba listo para volver cuando se paró el fútbol por el Coronavirus.
Ahora, en medio de la pandemia, el Tucu no ocultó su ansiedad. “La estoy llevando como se puede. Estoy cumpliendo con todo el grupo la rutina todos los días. Estaba por jugar con Primera cuando pasó todo esto. Ahora hay que cuidarse, tengo muchas ganas de jugar”, le comentó a Deportivo 12.
Amén de eso el ex Celta de Vigo reveló: “La semana pasada saqué un permiso para venir a Tucumán para estar con mi mamá que tiene problemas de hipertensión, ahora estoy pasando acá la cuarentena. Hay que ser consciente de lo que vivimos y así podemos ayudar a más gente”.
Sobre el final, Hernández analizó el presente que vive el equipo conducido por Lucas Pusineri: “Es un momento donde se está renovando. Hay muchos chicos se está haciendo lo que se puede. Más de la mitad de los jugadores se fueron y hubo lesiones. Gracias a Dios las cosas están cambiando y eso es bueno para el grupo”.