Martín Benítez dialogó desde Brasil y se abrió y contó todo lo relacionado a Independiente y su salida del club, que no fue como él hubiera querido.
“Ya no disfrutaba jugar”, comenzó diciendo el ex jugador del Rojo en charla con Muy Independiente y añadió: “Por ahí mi relación con la gente no era la mejor y cada vez que Independiente perdía se la agarraban conmigo. El último partido que me tocó jugar salí silbado y eso me molesto mucho. Uno siempre quiere dar lo mejor por Independiente y ahí me puse firme en mi decisión de irme. Cuando uno toma la decisión de irse y se la respetan es muy bueno”.
En la misma línea, el delantero continuó: “En el 2013 y 2014, por el momento que vivía Independiente, hasta que no se acomode y no pase un buen tiempo era imposible que salga campeón. Estábamos muy mal. Yo cuando llegué en el 2009 no era lo que uno esperaba de un club grande, la pensión, las canchas, donde entrenábamos. Uno siempre tenía fe de irse campeón, lo logré y me pone muy contento en lo personal”.
Sobre sus últimos encuentros, el surgido de las inferiores de la institución aseguró: “El Clásico no lo jugué, lo vi en el banco y me tocó jugar el partido más difícil que teníamos. Después de perder como perdimos era obvio que iba a pasar eso. Pusineri me dijo “Mirá Martín, quiero saber si puedo contar con vos el jueves. Te voy a poner el partido más difícil de todos, quiero saber si querés jugar”, yo le dije que sí y que en Independiente viví problemas peores, que esto iba a pasar”.
“A los diez minutos me lesioné, seguí jugando desgarrado, esa lesión me tuvo un mes parado después. Necesitaba un cambio de aire, estaba a la vista”, finalizó Benítez.
