Las horas de Juan Sánchez Miño como jugador de Independiente están contadas.
Su relación con los dirigentes llegó a tal punto que no hay vuelta atrás. Las deudas y la falta de comunicación hicieron que tras cuatro años en el club, el jugador dijera basta.
Días atrás el lateral le comunicó a Jorge Burruchaga y a Lucas Pusineri que no quería continuar en la institución y que su presencia no iba a ser positiva para el resto del plantel. A eso hay que sumarle reiteradas faltas de respeto a integrantes del cuerpo técnico en los entrenamientos vía Zoom, que hicieron que termine entrenando bajo la órdenes de Fernando Berón, junto al resto de jugadores que no seguirán en Independiente.
A pesar de haber manifestado públicamente que no se quería ir, la decisión ya está tomada de ambos lados. En estos intentos de buscarle club, junto a su nuevo representante, Gastón Fernández, le plantearon a los dirigentes la posibilidad de irse con el pase en su poder, a cambio de resignar la deuda y un dinero de por medio, algo parecido a lo que sucedió en su momento con Pablo Pérez.
La Gata, con pasado Pincharrata, logró que Estudiantes vuelva a interesarse por Sánchez Miño, por lo que su futuro estaría en el club platense. Mientras tanto, las charlas con Independiente continuarán, para buscar una solución a este problema que beneficie a las dos partes.