Lo salvó las manos de Sosa

En una muy deslucida actuación y con un vibrante final, Independiente empató 1-1 con Colón de Santa Fe como local por la segunda fecha de la Copa de la Liga Profesional. Lucas Rodríguez había anotado sobre la hora y Sebastián Sosa atajó un penal a los 95 minutos.

¿Partidazo? No, todo lo contrario. Fue un bodrio con un final electrizante. Ninguno de los dos equipos había hecho méritos para llevarse los tres puntos. Por eso el cabezazo goleador de Rodríguez fue un manto de justicia en el resultado y las manos del uruguayo sellaron una igualdad tan justa como preocupante.

Muy lejos quedaron las buenas intenciones que había mostrado hasta acá el equipo de Lucas Pusineri. Un primer tiempo que tuvo como figura a Andrés Roa por su sinfín de desaciertos. Y sus compañeros se contagiaron de él. Pelotazos sin destino, segundas pelotas perdidas, sociedades que no resistían tres pases seguidos. Y sin llegadas claras de gol.

Para colmo al Rojo lo durmieron con otro gol por la vía aérea. Un corner cerrado a los 13 minutos de la primera etapa complicó a Sebastián Sosa y Wilson Morelo lo aprovechó y la mandó a guardar. 0-1. El Sabalero llegó una vez y facturó.

¿Había hecho méritos para igualar? No, pero Colón tampoco hizo lo suyo para llevarse los tres puntos. Tal es así que a los 44′, el lateral izquierdo conectó de cabeza un centro pasado y llegó la paridad. El juez adicionó seis y a los 95′, Silvio Trucco cobró mano de Lucas Romero en el área. Emanuel Olivera pateó abajo, a la derecha de Sosa y el uruguayo salvó al Rojo. Sí, otra vez.

Es cierto que después el Rey de Copas lo pudo ganar pero si se habla de merecimientos, un punto para cada uno estaba bien por el pobre trámite a lo largo del encuentro. Ahora ambos quedaron con cuatro unidades en lo más alto de la Zona 2 y la próxima fecha será contra Defensa y Justicia en Varela. Esta vez las manos de Sosa fueron las figuras. Pero los de Pusineri deberán cambiar muchísimo para ilusionar al hincha. Muchísimo.