Juan Manuel Insaurralde es, a juzgar por estos primeros 5 partidos, un acierto pleno de Julio César Falcioni. El zurdo de 36 años llegó en reemplazo de Alexander Barboza y le aportó orden y experiencia a zaga central joven que no venía firme.
Es fundamental la función del Chaco en el equipo. Sus números lo marcan: ganó todos los partidos en donde él jugó. Luego de la única derrota en la primera fecha ante Lanús, donde no pudo estar porque no dieron los tiempos luego de su ida de Chile, el ex Boca ingresó al once titular y no salió más. Disputó todos los minutos y anotó el gol de la victoria ante Patronato en Paraná, ganó de cabeza en el tanto de Silvio Romero contra Gimnasia y casi vuelve a convertir con Sarmiento.
Con su su altura de 1,87mts. le dio solidez al juego aéreo, un gran déficit del conjunto de Avellaneda en el último tiempo. Sin tener en cuenta el tanto del Granate (él no estaba), apenas le hicieron un gol a Independiente con Insaurralde en cancha (el descuento de Maxi Rodríguez en Rosario).
“Líder y referente, no me puedo poner ese título. Me toca ser el más grande”, había asegurado el defensor post triunfo vs. Villa Mitre. Lo cierto es que cada vez va cumpliendo ese rol en el plantel. Su voz de mando en el fondo es vital, Sergio Barreto parece aprender de él y se acopla bien para proteger el arco del Rojo.