Independiente nuevamente sufrió un gol de cabeza mediante un balón parado frente a Boca y, como analizamos la semana pasada, sigue siendo un déficit del equipo que Julio César Falcioni deberá trabajar para mejorar.
Que no quepan dudas que el trabajo defensivo del Rojo en lo que va de la Copa de la Liga Profesional es muy bueno. La llegada de Juan Manuel Insaurralde y el orden con el nuevo esquema del DT le dieron al equipo una solidez como base para lograr resultados. El Rey de Copas sigue siendo el segundo conjunto con menos goles recibidos en el certamen con apenas cuatro, detrás de Colón que tiene dos.
El denominador común que preocupa es que esos cuatro tantos fueron de cabeza y 3 de ellos desde un balón detenido. Guillermo Burdisso (Lanús), Luis Abram (Vélez) y ahora Carlos Zambrano (Boca) ganaron en el área del Rojo y le sacaron puntos importantes al equipo, ya que sus goles significaron dos derrotas y una igualdad.
En la nota anterior nos detuvimos a analizar cada anotación y quienes fueron los responsables pero lo llamativo es que, lejos de reducir ese margen de error, con el Xeneize se empeoró ya que una serie de simples movimientos entrando desde la medialuna hicieron que el defensor peruano entrara absolutamente solo ¡en el área chica! para convertir de palomita.
Y por si fuera poco, aunque es un jugada atípica, el penal en contra que podría haber significado la derrota también provino de un envío aéreo de pelota parada. El Emperador tendrá que ser meticuloso con las marcas dentro del área y probar ya sea tanto personal como zonal para ver lo que le resulta más cómodo al equipo y disminuir los goles recibidos por esa vía.