Independiente perdió 3-1 con Talleres por la fecha 8 de la Copa de la Liga.
Julio César Falcioni repitió el mismo equipo que había igualado frente a Boca, pero no respondieron de la misma forma. La T fue dominador casi absoluto de los primeros 45 minutos, donde el Rojo tuvo apenas una sola llegada de peligro en los pies del capitán Lucas Romero. Sobre el final de la primera etapa, una serie de errores le traspapelaron los papeles al Emperador.
En el 1-0 parcial para el local, Fabricio Bustos insólitamente rechaza un centro al medio para que le quede servida a Carlos Auzqui y con un remate desde afuera ponga a Talleres en ventaja. El 2-0 llegó al ratito, con un ataque por el centro donde Franco Fragapane le pegó y, por una débil respuesta de Sebastián Sosa, le quedó el rebote servido para empujarla a la red.
Con el marcador adverso Falcioni cambió el esquema y algunos nombres. Volvió al viejo 4-2-3-1 con Alan Velasco y Tomás Ortega. Luego, continuó metiendo mano y llegaron los ingresos de Andrés Roa y el debut de Jonathan Herrera. Ahí, Independiente cambió la cara, fue a buscar el empate y arrinconó a Talleres por varios minutos en el arco propio.
Primero llegó un aviso de Sebastián Palacios, después fue el propio Tucu el que pateó desde afuera y la colgó de un ángulo para dejar el tanteador 2-1. Hubo dos jugadas polémicas dentro del área en las que Ariel Penel decidió no cobrar penal en favor del Rojo. Además, Herrera tuvo dos chances claras de marcar, pero primero el palo le dijo que no y luego, un jugador rival se la sacó en la línea.
Todo se terminó de desmoronar cuando en una contra, Bustos cometió un tonto penal, que el colombiano Diego Valoyes cambio por gol, consiguiendo el 3-1 final. Independiente regaló el primer tiempo, pagó caro los errores infantiles y no le alcanzó para cambiar las cosas en el complemento. Se viene Racing y el Rojo está obligado a llevarse una victoria, por su gente y para tener aspiraciones serias en el torneo.