Si bien no estará en el campo dirigiendo al equipo por estar aislado recuperándose del coronavirus, Julio César Falcioni tiene una grata experiencia en el clásico de Avellaneda habiendo ganado sus dos enfrentamientos contra Racing en 2005/5006. ¡Que se repita!
El primero del Emperador no pudo ser mejor. Goleada 4-0 en la Doble Visera en el Apertura 2005. El héroe de aquel partido jugado al mediodía fue Nicolás Frutos convirtiendo un hat-trick ante el eterno rival (dos de penal y el restante de cabeza), mientras que Sergio Agüero estampó el cuarto con una joyita imborrable: empezó a encarar desde mitad de cancha, le rompió la cintura a Diego Crosa y definió de zurda ante el intento de Gustavo Campagnuolo. Fiesta a todo color.
Y el segundo antecedente del actual entrenador del Rojo en el derby fue el triunfo a domicilio por 2-0 en el Clausura 2006. Ese sábado por la tarde, el Kun se puso a bailar en el Cilindro y anotó un doblete para ganar una nueva edición del clásico. El primero, arrancando de derecha a izquierda y pegándole de zurda cruzado y rasante desde afuera del área. Y el segundo otra obra de arte: saque directo de Oscar Ustari (Falcioni le pidió que lo haga) para que el delantero arranque la contra, le gane al defensor, amague a Campagnuolo y sentencie el marcador.