Independiente lo perdía bien tras un olvidable primer tiempo y pese a que jugó con uno menos en el complemento por la expulsión de Juan Pacchini, lo empató sobre el final con el gol de Jonathan Herrera de penal. El Rojo sigue líder de su grupo pero Silvio Romero se podría perder más de una fecha por la roja que vio desde el banco.
Fueron otros pobres 90 minutos de este equipo. La cantidad de cambios por la doble competencia y el planteo mezquino ante un rival inferior atentaron contra el Rojo. Hubo rendimientos individuales muy flojos, como Fabricio Bustos -hoy capitán-, Patricio Ostachuk -cometió el infantil penal- y el doble cinco que no pudo hacer pie en mitad de cancha. Lo mejor había sido Braian Martínez.
Eso explica, en parte, el monólogo del local en la primera mitad, en lo que a posesión del balón se refiere. Sin embargo fue Independiente quien casi se pone en ventaja tras un remate aislado de Herrera que se estrelló en el palo a los 11′. Pero la apertura del marcador llegó por Gustavo Del Prete, quien a los 44′ cambió el penal de Torque por gol.
En el complemento apareció la figura del árbitro. El paraguayo José Méndez expulsó correctamente a Pacchini y minutos después omitió una roja a Yonatthan Rak por una patada a destiempo al Chaco. Desde el banco visitante saltaron de la bronca y por protesta desmedida, el Chino también se fue al vestuario envuelto en llamas.
Urgido en la necesidad de ir en busca de un tanto, Monzón metió mano y mandó a la cancha a Alan Velasco, Domingo Blanco y Sebastián Palacios. Quedó muy desprotegido atrás y pudo perderlo, pero lo fue a buscar con más ganas que ideas y en tiempo de descuento, a Mingo le cometieron penal. El Sultán tomó la pelota y la mandó a guardar a los 91′. 1-1.
Y si bien City Torque pudo haberlo ganado cuando el encuentro se moría, no hubo tiempo para más. Independiente encontró un oasis en el desierto y sumó. Rescató un puntazo sin jugar bien y mantuvo el liderazgo de su zona. Si Bahía le gana a Guabirá el jueves lo puede alcanzar al Rojo pero Independiente recibirá a los brasileños y bolivianos en Avellaneda. ¿Lo único positivo de todo? Depende de sí mismo.