Luego de hablar del futuro político de su padre y el rol que él desempeña en la institución, Jerónimo Moyano hizo un análisis de los siete años que lleva Hugo al frente de Independiente.
Mucho se habló de la conducción de esta Comisión Directiva a lo largo de sus dos procesos. Sin embargo hay un consenso general. Hubo una buena primera gestión, donde se lograron equilibrar un poco las finanzas y los resultados deportivos acompañaron. Pero en la segunda sucedieron un sinfín de desaciertos.
En De La Cuna al Infierno Radio a Jerónimo Moyano le preguntaron y él señaló: “La primera gestión fue excelente. No podemos obviar que cuando agarraron un club estaba prácticamente quebrado y ellos lo salvaron. Salimos campeones y fue muy importante lo que se hizo”.
Y si bien el hilo hasta ahí era razonable, a la hora de hablar de la segunda parte de la gestión, Moyano se unió al discurso familiar por el que tantas veces pusieron el grito en el cielo su padre y su hermano, Pablo.
“En la segunda también pero hubo factores externos que nos perjudicaron, como la era de Mauricio Macri. Hubo una persecución sistemática por cuestiones externas al club, sino más bien políticas, contra mi padre y mi hermano”, explicó el Secretario Adjunto de la Secretaría General del Rojo.
Y para cerrar con su balance, desligó un poco de culpas: “Eso hizo que pongamos foco y energía en esos temas porque había una clara persecución y en ese momento se le dio más entidad en el manejo del club a otros personajes que no han hecho bien las cosas y hoy muchos están alejados”.