Independiente perdió 1-0 contra Newells en Rosario en la última del partido, ante un débil rival que se quedó 10 a mediados del segundo tiempo. En LocoXelRojo analizamos las claves de la vergonzosa derrota.
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- Ineficacia en el primer tiempo: durante la primera etapa, el Rojo contó con situaciones para abrir el marcador de la mano de Silvio Romero y Alan Velasco, pero se volvió a padecer la carencia de gol y las fallas en la definición de cara al arco que impidieron abrir el partido.
- Falta de coraje y rebeldía: Independiente es un equipo con poca valentía. No olió sangre de un rival que se cae a pedazos, incapaz de hilvanar una secuencia de pases, que tenía la presión de su hinchada en contra, que se quedó con 10 hombres. No lo fue a buscar, no impuso condiciones ni marcó presencia en la cancha. Habían espacios, pero no se supieron aprovechar.
- Pobre lectura desde los cambios: Julio César Falcioni tardó en eternidad en entender que debía sumar otro atacante al tener un jugador de más y enviar un mensaje claro a sus dirigidos de ir a buscar la victoria. Si bien no hay calidad de renombre en el banco, hay variantes para probar algo distinto cuando lo que hay en cancha no funciona. Andrés Roa pedía el cambio a gritos. Tomás Pozzo tocó la misma cantidad de balones en 24 minutos que Silvio Romero en 90´.
- El karma del final: bien merecido tuvo el Rey de Copas lo sucedido el final, como si fuera el colmo de la actualidad del equipo. Newells, que ni se había asomado al arco de Sebastián Sosa, ligó una pelota parada y un pibe debutante la clavo al ángulo al mejor estilo Maximiliano Rodríguez (que estaba en cancha) a México para decretar que, además de todo, Independiente no tiene suerte.
