Daniel Montenegro describió todas las dificultades que tuvo el ciclo de Eduardo Domínguez en Independiente.
Que Dominguez haya desembarcado en Independiente fue responsabilidad y mérito de Rolfi. Se conocían hace mucho tiempo y fue él quien confió en su trabajo y el único que creyó que el no había que continuar con Julio César Falcioni. Convenció a los dirigentes y el resto es historia conocida.
Sin embargo, así cómo contó que la relación con los dirigentes no fue la que esperaba, lo mismo tuvo que vivir el entrenador. “Cuando se fue Eduardo Domínguez todo cambió mucho, él tenía una tranquilidad que me dejaba trabajar y llevar el día a día. Su salida fue un golpe grande para todos”, confesó en diálogo con ESPN. “Estaba convencido de lo que tenía, no sabíamos que se nos iban a ir tres jugadores”, agregó.
Luego, ventiló distintas cuestiones que vivieron en los mercados de pases: “Nosotros no manejábamos números y preguntábamos que podíamos hacer. Había muchos que venían y no podían tomar decisiones. Independiente no tiene una billetera para gastar. Cuando fue lo de Rodrigo Aliendro no estaba River cuando lo fuimos a buscar. Él tenía a Colón e Independiente, pero se tardó bastante en bajar la plata. En el medio hubo un supuesto grupo empresario que nunca llegó”.
Sobre este tema, amplió: “Con Domínguez entendíamos que era una ayuda muy grande la de un grupo inversor, ¿pero a qué precio? Yo no quería que este grupo inversor se meta con los que habíamos hablado, no queríamos que entorpezcan. Ese grupo, que traía el sponsor, desapareció de la nada, yo nunca les creí”. Y continuó: “Somos agradecidos de los que vinieron y a los que Domínguez convenció. Nosotros tratábamos primero de sentirlos entusiasmados, por cómo está el club necesitábamos que estén convencidos”.
“Domínguez aguantó por la paciencia y tranquilidad que tenía, sabíamos dónde íbamos. El resultado no acompañó y estamos en un fútbol que es así. Ganas y estas cosas las tapas, porque el resultado da tranquilidad”, cerró.