Lucas Romero es uno de los tantos jugadores que podría emigrar de Independiente en este mercado de pases.
A pesar de tener contrato hasta junio de 2023, a partir del 1° de enero próximo el Perro puede negociar y/o firmar un precontrato con cualquier institución. Es por eso, que la dirigencia del Rojo ya se mueve para obtener algún rédito económico y así no aumentar las pérdidas.
Más allá de la predisposición del volante central de renovar, siguen muy lejos desde los números y surge la posibilidad de que se busque una salida de común acuerdo.
Ante este panorama el que se mete en el medio es Vélez Sarsfield, club que desea repatriarlo para la próxima temporada. Además hay una deuda que, según el informe de Situación Financiera, Independiente le debe 500.000 dólares al Fortín, justamente por el pase de Romero, y podría ser saldada. Desde el lado de Liniers, dicen que lo adeudado por el Rojo es mucho menos.
La negociación podría hacerse en una cifra cercana a 1.000.000 de dólares (deuda incluida), lo que le daría un ingreso en dólares a las arcas del club, que a mitad del año que viene no las tendría.