Como era de esperarse, Independiente quedó formalmente inhibido por la deuda que mantiene con el América por Cecilio Domínguez.
Ayer, la FIFA desestimó la petición del club mexicano, el cual exigía una sanción disciplinaria mediante la quita de puntos y la pérdida de la categoría hacia la institución. Sin embargo, volvieron a solicitar la inhibición y cayó más temprano que tarde.
De esta manera, el Rojo no podrá incorporar jugadores a nivel nacional e internacional hasta que levante y abone lo correspondiente por el pase de Domínguez: 5.700.000 dólares más 10.000 francos suizos en concepto de costas legales.
Los jugadores que ya firmaron su contrato no corren riesgo de poder firmar planillas y están habilitados para jugar en caso de que Leandro Stillitano lo requiera.
“Tenemos un gran compromiso que es el América de México. Si nosotros logramos vender para cancelar esa deuda, vamos a vender. Si no podemos cancelarla, no vamos a vender”, declaró Daniel Seone, secretario general del club. La idea de la CD es saldar la deuda en este semestre.
El América debería estar inhibido por estafa, junto con Holan, Moyano y compañía. Cuando se quería comprar a Domínguez, al que no conocía, lo busqué en Internet para ver cómo jugaba. Al verlo, comencé a escribir en las páginas rojas a dos manos: no lo traigan porque es un paquete y mucho menos por 6.5 millones dólares, un jugador que para gambetear se llevaba la pelota por delante, horroroso. Por eso creo que su contratación fue una asociación para el negocio. Incluiría a Romero, que tampoco valia 4.5 millones y encima, el lastre de Verón en el combo. Son pocos los jugadores que vienen del fútbol mejicano y sirven, es una competencia de segundo nivel, de partidos en cámara lenta y generalmente malos.