El proyecto futbolístico de Independiente al final quedó trunco antes de comenzar.
Ricardo Gareca, Gabriel Heinze, Pablo Guede, Néstor Gorosito, Gustavo Quintero, entre otros fueron los nombres que sonaron previa elección de Stillitano. Sin embargo, allá por noviembre de 2022 Fabián Doman le comunicó al hincha que Leandro Stillitano era el nombre que tenían bajo siete llaves. Los motivos: “Los buscamos por una idea de juego, por una forma de trabajo y conducción. Conoce al club, vuelve a su casa y buscamos que el hincha se sienta identificado con un equipo que pueda competir”.
Esta mentirita piadosa, de la que el propio presidente hizo una fuerte autocrítica días atrás, le costó demasiado caro. El castillo de cristal de creer que apostando a algo barato podía resultar exitoso como es el ciclo de Lionel Scaloni en la Selección Argentina, se derrumbó en apenas 8 fechas.
Se eligió a Pablo Cavallero como Director Deportivo, cuando los nombres también eran otros y se realizó un mercado de pases muy austero, que sirvió para completar un plantel debilitado, producto de las bajas de contratos y salidas del club. Todo generado por ingresos genuinos, gracias a distintas acciones de Marketing. Sobre esto último también habló el presidente y se excusó con que “había mucha gente en Qatar por el Mundial y había que tomar decisiones rápido”.
El proyecto que se habló durante toda la campaña, venía acompañado de apellidos importantes y una inyección económica que nunca llegó. En lo deportivo se improvisó demasiado y hoy en día estamos pagando las consecuencias.
En la jerga se dice charlatanes sin el más mínimo conocimiento. Se pasaron un año hablando y cuando les llegó el momento empezaron a improvisar sin el más mínimo criterio. Ahora, seguramente le echarán la culpa a otro, porque tampoco son de hacerse cargo de sus cagadas