La llegada de Ricardo Zielinski a Independiente vino con aires de renovación. Si bien su equipo todavía tiene un andar irregular en el torneo, hay un aspecto en el que mejoró considerablemente y que hoy en día es el argumento más sólido para creer que se puede salir del fondo. Hablamos del invicto que tiene el Rojo como local con el Ruso.
Hay datos que son incontrastables y fáciles de detectar. Y los resultados son un claro ejemplo en el fútbol. Los mismos que decantaron en la salida de Leandro Stillitano y aceleraron el interinato de Pedro Monzón. Independiente no solo se lo veía perdido durante sus ciclos sino que tampoco podían ganar en la Liga Profesional, ni de local ni de visitante.
De hecho, si volvemos a las irrefutables estadísticas, los cuatro partidos de local con Stillitano marcan dos derrotas (con Platense y Defensa y Justicia) y dos empates (Instituto y Colón). Monzón intentó acomodar el rumbo pero tampoco pudo lograrlo y perdió con Estudiantes en una de las producciones más flojas del Rojo en el año. Entre ellos dos, el Rey de Copas sumó 2 puntos sobre 15 posibles.
Fue allí donde llegó Zielinski, quien apoyado en su clásico esquema y el empuje de la gente encontró resultados rápidamente como local. Con tres triunfos y dos empates, su Independiente acumula 11 unidades sobre 15 en juego. En estos cinco partidos marcó 8 goles y solo le hicieron 3 (todos fueron de penal). Además fue superior a sus cinco rivales y mereció ganar cuando repartió puntos, cosa que nunca había sucedido con los otros técnicos.
Ahora el Ruso tendrá por delante un enorme desafío: consolidar el nivel mostrado en casa como visitante. Desde su llegada aún no pudo ganar en esa condición y se viene Unión en Santa Fe, en un duelo directo con un rival que también pelea en la zona baja. ¿Podrá el Ruso revertir esta racha adversa?
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